Los milagros te honran porque eres digno de ser amado. Desvanecen las
ilusiones que albergas acerca de ti mismo y perciben la luz en ti. De esta
forma, al liberarte de tus pesadillas, expían tus errores. Al liberar a tu
mente de la prisión de tus ilusiones te restauran la cordura.
Esta es
otra expresión de la misma idea. Los milagros desvanecen todas las ilusiones
acerca del estar separados, de ser cuerpos, acerca de que las otras personas
son cuerpos, y de que somos víctimas bien sea de nosotros mismos o de los
demás. Nos ayudan a reconocer que todos somos lo mismo, que todos estamos
juntos en el mismo bote del mundo del ego, y que juntos abandonaremos este
bote.
Más adelante en el Curso hay
una línea que dice
"juntos alzaréis la mirada con fe o no la alzaréis en absoluto" T-19.IV-D.12:8. De modo que nadie abandonó el Cielo solo, y nadie regresa al Cielo solo.
"De
esta manera al liberarte de tus pesadillas, expían tus errores." Podríamos
leer que esto significa que los milagros corrigen nuestros errores o deshacen
nuestros errores al mostrarnos que hay otro sueño más allá de la pesadilla el
cual corrige nuestras ilusiones—y este es "nuestro sueño feliz."
"Al liberar a tu mente de la prisión de tus ilusiones te restauran la
cordura." Nuestras mentes se liberan de las creencias ilusorias del mundo.