Yo inspiro todos los milagros, que en realidad son intercesiones.
Interceden en favor de tu santidad y santifican tus percepciones. Al ubicarte
más allá de las leyes físicas te elevan a la esfera del orden celestial. En ese
orden tú eres perfecto.
Obviamente,
Jesús es muy claro en que él es la
fuente de los milagros, y también en que esto es algo bueno. Como dice la
Lección 24 en el Libro de ejercicios, nosotros no conocemos nuestros mejores
intereses, y menos aún los de alguien más, de modo que debemos preguntarle al
que sí los conoce. Si tratamos de actuar por cuenta propia, tratamos de ser los
inspiradores de los milagros, usurpando así el papel de Jesús, tal como hicimos una vez con Dios cuando nos separamos de
Él.
La palabra
"intercesiones" es deliberada aquí. Jesús no habla de la oración como usualmente la concebimos, o sobre
la idea de que él intercede entre nosotros y Dios que es la opinión tradicional
de que Dios estaba furioso con nosotros, así que necesitábamos a alguien que
sirviera como intermediario y aplacara la ira de Dios. El utiliza la palabra
que tiene esas connotaciones pero, obviamente, la usa en forma distinta. La
manera cómo él sí intercede es entre la santidad del Cristo que verdaderamente
somos y el yo que creemos ser, al recordarnos el hecho de que somos santos y
perfectos y que todo lo demás, ya sea que percibamos algo erróneo en nosotros o
en alguien más, es meramente parte del sistema ilusorio del ego.
Al escoger
un milagro, lo cual significa que
elegimos escuchar la Voz de Dios en vez de la del ego, nuestras percepciones se
vuelven santas. Otro vocablo para percepción santa, que generalmente no se usa
en el Curso, es "percepción
verdadera," un sinónimo para "visión de Cristo." Es la manera en
que percibimos cuando no hay culpa en nosotros.
Percibimos a través de los ojos del Espíritu Santo cuando ya no vemos a nadie separado de nosotros. Esto ocurre aun en el mundo de la percepción, que es este mundo. Esto no quiere decir que negamos el cuerpo de alguien, sino que lo que sí negamos es que el cuerpo nos ha separado. Por lo tanto, negamos todas las percepciones y pensamientos que reforzarían esta separación del ego.
"Al
ubicarte más allá de las leyes físicas te elevan a la esfera del orden
celestial. En ese orden tú eres perfecto." Esto es lo mismo que la idea de
cómo el milagro trasciende las leyes
del ego, las leyes físicas. La culminación es que nos devuelve la consciencia
de quiénes somos, que es espíritu. Pero esta no es la meta del Curso, la cual es que estemos sin culpa
en este mundo.