Un milagro es una bendición universal de Dios a todos mis hermanos por mediación mía. Perdonar es el privilegio de los perdonados.
Esta es la
primera vez que la persona de Jesús
aparece en el Curso. El milagro tiene su fuente en Dios y se
expresa a través de Jesús. Jesús, por ser la manifestación del Espíritu Santo, trae el Amor de Dios a
otras personas por mediación nuestra, y de ese modo salva el abismo entre
nosotros y Dios.
Eso es lo
que hace el milagro. Y, a medida que
perdonamos, somos perdonados, que en realidad quiere decir que aceptamos el
Amor de Dios. Por supuesto, mientras más aceptemos el perdón, más querremos
perdonar a los demás. Es un proceso recíproco. Siempre es importante recordar
que los milagros los hace Jesús, no
los hacemos nosotros. Nuestra labor es únicamente limpiar nuestras mentes de
aquello que interfiera de modo que él pueda extender su amor a través de
nosotros.