Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resucitar a los
muertos porque tanto la enfermedad como la muerte son invenciones tuyas, y, por
lo tanto, las puedes abolir. Tú mismo eres un milagro, capaz de crear a
semejanza de tu Creador. Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no
existe. Sólo las creaciones de luz son reales.
Una de las señales que dice la Biblia que usaba la gente,
para saber que Jesús era el Mesías,
era que él sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos. Pero, obviamente,
la Biblia no enseña que nosotros mismos hicimos la enfermedad y la muerte. De
esto fue que hablamos antes. La mente lo fabricó todo en este mundo. Un Curso En Milagros realmente plantea
esto en el sentido global cósmico de hacer el universo físico completo. =
Para nuestros propósitos aquí, se refiere a que nosotros hicimos el cuerpo y las leyes del mismo, lo que significa que hicimos la enfermedad e hicimos las leyes de la muerte. Puesto que las hicimos, podemos cambiarlas.
El Espíritu Santo
no sana el cuerpo porque Él no lo enfermó. Lo que hace el Espíritu Santo es sanar la culpa en nuestras mentes que enfermó al
cuerpo al ayudarnos a cambiar de pensamiento acerca de esa culpa que elegimos.
Esta es una distinción muy importante que debemos recordar, de modo que no
caigamos en la trampa de pedir la ayuda del Espíritu Santo para algo en el mundo material. Todo lo que hace
eso, repito, es hacer real al mundo, del mismo modo que usted no debe pedirle
un área de estacionamiento al Espíritu
Santo. Esa es una de las favoritas de la gente que trabaja con el Curso.
Pero cuando usted usa su
mente para proyectar cosas como esa,
eso no necesariamente es pedirle al Espíritu Santo.
Eso es utilizar su mente.
Hay una diferencia entre lo psíquico y lo espiritual. Lo
psíquico es algo que hacemos con nuestras mentes; lo espiritual es algo que
hacemos con la mente de Él. Hay una gran diferencia entre los dos. Podemos
impresionarnos mucho con las cosas psíquicas de las cuales todos somos capaces.
Encontrar lugares de estacionamiento puede ser una de ellas. Pero atribuirle
eso al Espíritu Santo es un error,
porque Él no hace cosas en el mundo; Él hace cosas en nuestras mentes. No hay
mundo. Creer que el Espíritu Santo opera
en el mundo es hacerlo a Él tan demente como estamos nosotros: hacer que Él vea
un problema donde no existe. El problema no es que usted necesite un lugar de
estacionamiento; el problema es su preocupación sobre la necesidad de un área
de estacionamiento.
Usted le dice a Él que necesita un lugar para estacionarse.
La mejor oración sería pedirle ayuda para aliviar la necesidad de usted
encontrar ese lugar de estacionamiento. ¿Cómo sabe usted dónde se supone que
debe estacionarse? A lo mejor debe estacionarse tres cuadras más lejos del
lugar donde usted cree que debe hacerlo, debido a razones que usted desconoce.
Tal vez, deba estacionarse tres cuadras más lejos, porque en el camino desde
donde su carro esté estacionado hasta donde se supone que usted vaya, va a
encontrarse con alguien que usted debe conocer y que de otro modo jamás
conocería.
En otras palabras, es una manera muy sutil de controlar al Espíritu Santo y de decirle lo que
usted necesita, y a menudo le pedimos ayuda para estas cosas con las cuales
creemos que ahorramos tiempo, pero tal vez ahorremos aún más tiempo con esa
caminata de tres cuadras y con las experiencias que tengamos las cuales nos
capacitarían para ahorrar tiempo en el camino de nuestra Expiación.
Estoy
recibiendo un doble mensaje aquí. Por una parte le escucho decir que no importa
si usted proyecta un lugar de estacionamiento o lo que sea en tanto no se lo
atribuya al Espíritu Santo. Pero ahora dice lo contrario, que es no proyecte
lugares de estacionamiento ni cosa por el estilo, todas están en la mente.
Exacto,
estoy diciendo las dos cosas. Digo que lo mejor es no utilizar la magia, pero
la mayoría de nosotros no está lista para eso todo el tiempo. Lo mejor sería
preguntarle al Espíritu Santo:
"¿Qué debo hacer?" en vez de proyectar el estacionamiento. Digo que
no hay nada erróneo en eso, salvo que yo no creo que le ahorrará el tiempo que
pedirle al Espíritu Santo sí le
ahorraría en términos de trabajar con su culpa.
Más
adelante, como veremos, el Principio 38 habla
de cómo el Espíritu Santo percibe
globalmente, que sería otra manera de decir que El percibe la situación en su
totalidad. Nosotros generalmente percibimos una cosa específica, una necesidad
específica en algún punto. Yo no quiero caminar diez cuadras o diez minutos o
esto o aquello. Quiero estar a tiempo en esta cita; no quiero quedar atrapado
en el tránsito. Nosotros lo vemos de manera muy limitada en nuestra
experiencia. Él lo ve en un plano mucho más amplio, y es por eso que mientras
más receptivos estemos, más rápidamente podemos aprender Sus lecciones y
sanarnos.
Cuando
yo comencé a usar el Curso, solía pedirle al Espíritu Santo una miríada de
cosas, y ahora mi sentir es que Su única función es realmente enseñarme a
perdonar. Ya ni siquiera le pido otras cosas; sólo continúo pidiéndole que me
ayude a estar menos resistente a ser una persona indulgente y amorosa. Esa es
la única forma en que yo veo la función del Espíritu Santo. No creo que Él esté
aquí para decirme dónde debo estar y qué debo hacer. No sé si tengo razón o si
estoy equivocada, pero...
Esa es toda
la idea. Lo que usted pide si se encuentra en una situación específica que le
produce ansiedad, es ayuda para no sentirse ansioso, más bien que pedir que la
situación se resuelva en la forma que usted necesita
A la luz de lo que usted
dijo acerca de la enfermedad, me pregunto cómo es que uno se enferma. ¿Qué es
lo que hace que nos pongamos saludables de nuevo?
Usted se
enferma al proyectar sobre su cuerpo la culpa que está en su mente, el perdón
lo regresa a la salud. Si a usted le da un catarro, lo que tiene que hacer,
después de tomar aspirinas o pastillas para el catarro o lo que sea, es pedir
ayuda para perdonar a quienquiera que no haya perdonado. Si no le viene nadie a
la mente, comience donde esté.
Pero sabemos eso porque
estamos aquí escuchándolo a usted. ¿Qué tal aquellos que no lo saben? ¿Cómo se
curan?
Al cambiar
de pensamiento a través del perdón o utilizando alguna forma de magia. La magia
funciona; no cabe duda al respecto. Pero eso no le va a aliviar la causa
subyacente del catarro, o de la enfermedad que sea. La mayoría de la gente en
el mundo se pasa resolviendo problemas en este nivel, uno tras otro. Como dije
antes, nos estamos volviendo más y más sofisticados en la solución de nuestros
problemas, lo cual significa que el ego se está tornando más y más sofisticado
en la fabricación de los mismos. Y esto jamás termina. Lo único que termina
todo el ciclo es perdonar. Es por eso que hoy día aún estamos peleando las
mismas guerras que peleábamos hace siglos y milenios.
Así que usted dice que
hay que concentrarse en la causa, no en el efecto.
Correcto. La causa sería siempre algún aspecto de
la culpa.
"Tú
mismo eres un milagro, capaz de
crear a semejanza de tu Creador."
Obviamente, cuando dice tú eres un
"milagro", "milagro" se usa en un contexto muy
diferente del que estamos hablando. Somos capaces de crear a semejanza de
nuestro Creador. Eso es creación. Extendemos nuestro Ser espiritual, como
Cristo, tal como Dios extendió Su Ser espiritual al crearnos. Recuerden, la
creación no es posible en este mundo.
"Todo
lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe. Sólo las creaciones de
luz son reales." Ese es un planteamiento muy claro de la distinción entre
la verdad y la ilusión en el Nivel Uno. Crear a semejanza de Dios, lo cual
pertenece al nivel del espíritu, es la única verdad; no existe nada más en este
mundo. Parece que sí, pero todo lo demás es sólo un mal sueño. En el momento
que nos separamos de Dios, nos quedamos dormidos.
Todo lo que ocurrió después, toda esta alfombra de tiempo, el mundo completo de la evolución, no es nada más que un mal sueño.
Permítanme
mencionarles, porque no aparece en los principios, que la meta de Un Curso En Milagros no es despertarnos
del sueño. La meta es convertir la pesadilla en un sueño feliz. En el sueño
feliz, aún vivimos en este mundo de ilusión, el mundo de cuerpos separados,
pero sin proyectar más culpa sobre el mismo. Vivimos en ese mundo con lo que se
llama "percepción verdadera." Es lo que el Curso califica como "mundo real": es un mundo totalmente
libre de pecado en nuestras mentes. Esa es la meta del Curso. Luego dice que Dios Mismo da el último paso, y eso es lo que
finalmente nos despierta del sueño en su totalidad T-11.VIII.15:5. Pero el
centro de interés de Un Curso En Milagros
es ayudarnos a vivir en este mundo, que es el mundo del cuerpo, pero sin
proyecciones de culpa.