Los milagros son expresiones naturales de perdón. Por medio de los milagros
aceptas el perdón de Dios al extendérselo a otros.
He aquí la
primera aseveración del Curso acerca
del perdón. Como mencioné al principio, Dios no perdona. Cuando Un Curso En Milagros habla del perdón de
Dios, realmente se refiere al Amor de Dios.
Yo creía que los
milagros eran el perdón.
Lo son. Es
por eso que he dicho que todo es lo mismo: "milagro",
"perdón", "curación", "Expiación." Son sólo
palabras distintas para describir el mismo proceso. Realmente se podría dar una
lista de palabras que dicen la misma cosa: "visión,"
"el mundo real", "el instante santo," "la relación
santa," "salvación", "redención,"
"corrección," "el rostro de Cristo," "percepción
verdadera." Todas son diferentes palabras que reflejan distintos
aspectos del mismo proceso básico.
Básicamente,
el perdón, como lo define el Curso
en otra parte, es perdonar al hermano por lo que no ha hecho. T-17.III.1:5; L-pII.1.1:1. En otras
palabras, usted se percata de que no le han hecho nada; todo se lo ha hecho
usted a sí mismo. Lo que ocurre con los milagros es que cambiamos del odio y
ataque del ego al Amor del Espíritu
Santo, el cual se convierte entonces en la extensión del Amor de Dios hacia
nosotros, y luego hacia los demás a través de nosotros.
Esto es lo
que el Curso quiere decir con
perdón. Es un ejemplo del pasaje que yo acabo de citar donde Jesús dice que demostramos que él no
murió en vano al demostrar que él vive en nosotros, lo cual significa que
vivimos de acuerdo con los mismos principios del perdón que él demostró. Y
mientras más hagamos lo que él dice, más entenderemos lo que él enseñó y más
nos acercaremos a él.
Igualmente con el Curso, mientras más podamos practicar sus lecciones de deshacer la culpa a través del perdón, más capaces seremos de comprender lo que dice el texto. Y por supuesto, mientras más podamos entenderlo, más fácil resultará aplicarlo en nuestras vidas diarias. Es un proceso recíproco.