El milagro no distingue entre diferentes grados de percepción errónea. Es
un recurso para sanar la percepción que es eficaz independientemente del grado
o dirección del error. En eso radica su verdadera imparcialidad.
Esta es
sólo una reafirmación del primer principio "no hay grados de dificultad en
los milagros." Es una elaboración de la misma idea, que el milagro corrige el error, sin importar
lo que parezca que es, no importa que parezca una expresión amorosa, o una
expresión abominable, no importa que parezca una expresión cósmica o sólo una
expresión puramente individual. No importa, porque los errores son todos lo
mismo.
No es el cuerpo lo que se sana con el milagro, sino nuestras percepciones de los demás, muy especialmente nuestra percepción equivocada de que otros nos convierten en sus víctimas. Por el contrario, ellos son nuestros hermanos y hermanas.
Si los acusamos de
victimarnos, es sólo porque primero nos hemos acusado a nosotros mismos de
victimar a otros. Como dice la Lección
134, siempre que nos sintamos tentados a acusar a alguien o a algo, primero
debemos detenernos y preguntarnos: "¿Me acusaría a mí mismo de eso?" L-pI.134.9:3. Este es uno de los temas
centrales de Un Curso En Milagros. Es
una de esas líneas que resumen todo el mensaje del Curso.
Somos víctimas únicamente de nuestros pensamientos. Esto significa que podemos cambiarlos y no ser prisioneros de los demás. Por lo tanto, no hemos victimado a nadie, a fin de cuentas ni siquiera a Dios, y esto deshace el sistema de pensamiento del ego en su totalidad.
Este
principio del milagro es parte
central de la enseñanza del Curso. Una
vez creemos que en el mundo hay ciertas cosas que son mejores o peores que
otras, caemos en la trampa. Esa sería, pues, una trampa igual a la de hablar de
la resurrección del cuerpo. Esta es una manera sutil de hacer el cuerpo real y
de convertir el cuerpo en el centro de atención. El cuerpo puede ser utilizado
por el Espíritu Santo o por Jesús como un recurso para trasmitir Su
mensaje. Fue así como nos llegó el Curso.
Pero la idea no es que el cuerpo sea real. Es sólo que el mismo sirve un
propósito útil.
Una lección
del libro de ejercicios la cual vale la pena examinar es la Lección 184, que habla sobre los
diversos nombres que el mundo ha utilizado para sustituir el Nombre de Dios.
Todos estos nombres son símbolos. Pero luego la última mitad de la lección
explica que no tendría sentido que se nos pidiera vivir en este mundo, asumir
la función de enseñar, y que aún así trascendiéramos todos los nombres del
mundo.
Explica cómo el Espíritu Santo
utiliza los símbolos de este mundo para llevar Su mensaje y cómo el patrón
básico es proceder desde la luz que conozcamos como la realidad, de vuelta a la
oscuridad de este mundo, de modo que traigamos un mensaje distinto al mundo—en
otras palabras, estar en el mundo y no ser parte del mismo. Así que, Un Curso En Milagros no se opone al uso
de los símbolos de este mundo—todo lo contrario.
Sólo dice que esos son
símbolos, y jamás debemos perder de vista ese hecho ni la verdad que está más
allá del símbolo. No olviden la sección que ya mencionamos, Más allá de todo símbolo
T-27.III. Pero recuerden, el Curso no le dice que salte de un
extremo de la alfombra al otro, porque hacerlo podría ocasionarle un estado de
pánico. Vaya despacio, paso a paso.
El Curso
habla sobre la experiencia de todos de sentirse fuera del cuerpo en algún
momento. ¿Cree usted que esto se refiere a las experiencias de abandonar el
cuerpo?
No, creo
que no. Realmente el texto no lo expone así. Habla de una experiencia de estar
más allá del cuerpo T-18.VI.11. Eso
podría incluir las experiencias de salirse del cuerpo, pero realmente de lo que
habla aquí en ese contexto es de la experiencia de unirse con alguien más allá
del cuerpo, bien sea que usted se una con una hermosa pintura, una hermosa
experiencia con una pieza musical, o unirse con una persona aunque sólo sea por
un instante, o identificarse con alguna idea en la cual usted se sienta unido
con algo más allá del cuerpo. Ahora, eso podría incluir las experiencias de
salirse del cuerpo que tiene alguna gente, pero no creo que se limite a eso.