El milagro es un recurso de aprendizaje que reduce la necesidad del tiempo.
Establece un intervalo temporal fuera de lo normal que no está sujeto a las
leyes usuales del tiempo. En ese sentido es intemporal.
Permítanme
repasar algo que dije antes, y luego lo aplicaremos a este principio. La
necesidad que todos compartimos es la de utilizar el tiempo para que nos ayude
a entender que el tiempo no existe, y para que nos ayude a salir de esta
alfombra.
Digamos que tenemos un problema masivo de
ego con cierta gente específica en torno a ciertos asuntos específicos, que nos
tomaría un período de tiempo tremendamente largo para abandonar esta alfombra.
El milagro nos eleva sobre
el mundo del tiempo. Por medio de escoger perdonar este enorme trozo de culpa,
nos transporta y luego nos deposita en el tiempo nuevamente. "Establece un
intervalo temporal fuera de lo normal." Digamos, por ejemplo, que este
intervalo de tiempo dentro de las leyes del mundo sería de mil años. Al
alzarnos sobre el mundo del tiempo, transportarnos y luego lanzarnos de nuevo,
ahorraremos esos mil años, y así se ha abolido todo ese intervalo de tiempo.
Esa es la idea de ahorrar tiempo.
Permítanme repetir lo que dije antes. Una
relación muy difícil—una que nos produce una cantidad tremenda de ira, dolor,
resentimiento, culpa, ansiedad, etc.—se convierte entonces en un medio muy
poderoso, si se lo permitimos, para perforar un trozo enorme de esta culpa.
Pues es esta culpa profundamente reprimida lo que ha salido a la superficie por
medio de la relación. Si leen el primer párrafo en la página 6 del texto T-1.II.6, verán este proceso claramente
discutido. Es un excelente resumen en una cápsula de mucho de lo que hemos
hablado hoy.
Helen se
quejó una vez a Jesús: "¿Qué
pasa que mi vida es tan difícil?" A cualquier otra persona, la vida de
ella no le habría parecido difícil. Externamente, ella no tenía una vida
difícil, pero internamente, era muy dolorosa para ella. Ella se quejaba de
esto, y como respuesta, él le presentó la imagen de una montaña. La
interpretación de ella y la explicación de Jesús
sobre la imagen fue: "Tú caminas a través de la montaña. Sería mucho más
fácil, en términos de que requiere menos esfuerzo, si subieras la montaña y
bajaras por el otro lado, pero te tomaría mucho, mucho más tiempo. Al atravesar
la montaña, que es mucho más difícil, ahorrarás tiempo. Atravesar la montaña es
atravesar situaciones muy difíciles y dolorosas, que en el curso habitual de
los acontecimientos te hubieran tomado muchas, muchas vidas, que es el subir la
montaña y descender por el lado opuesto." Un Curso En Milagros se propone ahorrar tiempo al lograr que más y
más personas permitan que sus mentes se sanen más rápidamente de modo que el
plan de Expiación pueda acelerarse, para que la gente logre la paz más
rápidamente.
Es por eso
que para mucha gente, cuando comienzan a trabajar con el Curso, parece que las cosas empeoran. No es porque Dios los esté
castigando. Es porque el Espíritu Santo
ha tomado en serio su pedido. Le dicen al Espíritu
Santo: "Quiero aprender más rápidamente." Por eso es que le
adjudican a Goethe haber dicho: "Esté siempre atento a lo que pide porque
puede ser que lo obtenga." Es así como obra el milagro. En este sentido, es intemporal porque deshace el tiempo.
Ocurre aún dentro de la dimensión del tiempo, pero abole o colapsa el tiempo.
El punto crucial es entender lo que hace el milagro, y esto jamás puede recalcarse lo suficiente—de hecho, si ustedes se van hoy con esa única idea y nada más, habrán obtenido muchísimo—el milagro es el medio que utiliza el Espíritu Santo para enseñarnos que no somos víctimas del mundo.
Nuestros problemas no son lo que otros o el mundo nos hacen, sino más bien lo
que nosotros creemos habernos hecho a nosotros mismos. Permítanme repetir una
línea que yo cito frecuentemente:
"Cuídate de la tentación de percibirte a
ti mismo como que se te está tratando injustamente" T-26.X.4:1. Yo puedo ser injustamente tratado sólo por mí mismo, y
por eso ya he sido perdonado. Esta es la esencia del currículo de Un Curso En Milagros.