Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar que dar es tan
bienaventurado como recibir. Aumentan la fortaleza del que da y simultáneamente
le dan fortaleza al que recibe.
El Principio 16 es idéntico al Principio 9. Pueden ver que muchos de los principios se repiten
ahora. Igual que con el tiempo, el milagro
es un instrumento de enseñanza y la idea es ayudarnos a entender que no estamos
separados. El milagro nos enseña que
"dar y recibir son en verdad lo mismo," es el título de la Lección
108 del libro de ejercicios.
Todos somos lo mismo: maestro y discípulo;
terapeuta y paciente; el que sana y el que es
sanado.
Recuerden
que el error que el milagro tiene
que corregir es el error de creer que estamos separados. El milagro, pues, se convierte en una
muestra de nuestra unión y es de eso que habla este principio.