Lección 22


LECCIÓN 22 – LO QUE VEO ES UNA FORMA DE VENGANZA


Esta lección describe con gran precisión la manera en que  _______ alberga en su mente pensamientos de ataque y no puede sino ver el mundo como una forma de venganza.

Habiendo __________ proyectado su ira sobre el mundo y lo que ____________ve es la venganza a punto de devolverle el golpe.

De esta manera, ___________ percibe su propio ataque como un acto en defensa propia.

Esto se convierte progresivamente en un círculo vicioso hasta que _____________ esté dispuesto a cambiar la manera como ve las cosas.

De lo contrario, ___________ y sus pensamientos de ataque y contra-ata­que le consumirán y poblarán todo su mundo.

¿De qué paz mental podría gozar ___________ en tales condiciones?

 De esta fantasía salvaje es de lo que ____________ quiere escapar.

¿No es maravilloso recibir las buenas nuevas de que no es real?

¿No te alegra de sobremanera descubrir que te puedes escapar de ella?


______a fabricado lo que desea destruir; lo que odia y lo que quiere atacar y matar.

Nada de lo que __________ teme existe.

____________, Mira hoy al mundo que te rodea por lo menos cinco veces, durante no menos de un minuto cada vez. A medida que tus ojos pasen lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, di para tus adentros:

Veo únicamente lo perecedero. No veo nada que vaya a perdurar.
Lo que veo no es real. Lo que veo es una forma de venganza.

Al final de cada sesión de práctica, pregúntate: 
¿Es éste el mundo que realmente quiero ver?
La respuesta será obvia.

Deseo ser testigo de la aceptación 
de la Expiación y no de su rechazo.

APOYOS 

T-4.III.4. Tú que te identificas con el ego no puedes creer que Dios te ame. No amas lo que hiciste, y lo que hiciste no te ama a ti. El ego, que fue engendrado como resultado de tú haber negado al Padre, no le guarda lealtad a su hacedor. No puedes ni imaginarte la relación real que existe entre Dios y Sus creaciones debido al odio que le tienes al ser que fabricaste.

T-12.III.7.7. Todo lo que percibes como el mundo externo no es otra cosa que tu intento de mantener vigente tu identificación con el ego, pues todo el mundo cree que esa identificación es su salvación. Observa, sin embargo, lo que ha sucedido, pues los pensamientos tienen consecuencias para el que los piensa. Estás en conflicto con el mundo tal como lo percibes porque crees que el mundo es antagónico á ti. Ésta es una consecuencia inevitable de lo que has hecho. Has proyectado afuera aquello que es antagónico a lo que está adentro, y, así, no puedes por menos que percibirlo de esa forma. Por eso es por lo que debes darte cuenta de que tu odio se encuentra en tu mente y no fuera de ella antes de que puedas liberarte de él, y por lo que debes deshacerte de él antes de que puedas percibir el mundo tal como realmente es.
T-12.III.10 Si reconocieses que cualquier ataque que percibes se encuentra en tu mente, y sólo en tu mente, habrías por fin localizado su origen, y allí donde el ataque tiene su origen, allí mismo tiene que terminar. Pues en ese mismo lugar reside también la salvación. El altar -la mente- de Dios donde Cristo mora se encuentra ahí. Tú has profanado el altar, pero no has profanado el mundo. Cristo, sin embargo, ha puesto la Expiación sobre el altar -la mente- para ti. Lleva todas tus percepciones del mundo ante ese altar, pues es el altar -la mente- a la verdad. Ahí verás tu Visión transformarse y ahí aprenderás a ver verdaderamente. Desde este lugar, en el que Dios y Su Hijo moran en paz y en el que se te da la bienvenida, mirarás en paz hacia el exterior, y verás el mundo correctamente. Mas para encontrar ese lugar tienes que renunciar a tu inversión en el mundo tal como lo proyectas, y permitir que el Espíritu Santo extienda el mundo real desde el altar de Dios hasta ti.
T-12.VIII.1:3 Atacas el mundo real cada día, cada hora y cada minuto, y, sin embargo, te sorprende que no lo puedas ver. Si buscas amor a fin de atacarlo, nunca lo hallarás, pues si el amor es compartir, ¿cómo ibas a poder encontrarlo excepto a través de sí mismo? Ofrece amor, y el amor vendrá a ti porque se siente atraído por sí mismo. Mas ofrece ataque, y el amor permanecerá oculto, pues sólo puede vivir en paz.


Lección 270

[270] Hoy no utilizaré los ojos del cuerpo.


1. Padre, la visión de Cristo es el don que me has dado, el cual tiene el poder de transformar todo lo que los ojos del cuerpo contemplan en el panorama de un mundo perdonado. ¡Cuán glorioso y lleno de gracia es ese mundo! No obstante, ¡cuánto más podré contemplar en él que lo que puede ofrecerme la vista! Un mundo perdonado significa que Tu Hijo reconoce a su Padre, permite que sus sueños sean llevados ante la verdad y aguarda con gran expectación el último instante de tiempo en el que éste acaba para siempre, conforme Tu recuerdo aflora en su memoria. Y ahora su voluntad es una con la Tuya. Ahora su función no es sino la Tuya Propia, y todo pensamiento salvo el Tuyo ha desaparecido.

2. El sosiego de hoy bendecirá nuestros corazones y, a través de ellos, la paz descenderá sobre todo el mundo. Cristo se convierte en nuestros ojos hoy. Y mediante Su vista le ofrecemos curación al mundo a través de Él, el santo Hijo que Dios creó íntegro; el santo Hijo a quien Dios creó como uno solo.