Verdadero Perdón

¿La presencia en mi mente del Espíritu o la del ego?

La manera sencilla de otorgar el verdadero perdón consiste de tres pasos sencillos. El primer paso es reconocer que el problema no es externo sino interno. Este está basado en la realización que nuestra percepción de la culpa ajena es realmente una proyección de la nuestra. El primer paso, trae el problema adonde pertenece: de vuelta a nosotros mismos donde se originó. Es el paso que trae el problema a la Respuesta: el Espíritu Santo. Ahora aprendemos a decir:

 "Este problema que veo lo hice yo. No tiene realidad mas allá de mi creencia en él. Es mi interpretación la que ha causado mi perdida de paz". Habre entonces dado el primer paso cuando recuerde que:


Debo haber decidido equivocadamente
 porque no estoy en paz. T-5.VII.6:7


El primer paso: es clave, es la llave que abrirá mi mente para permitir una elección santa. Es darme la oportunidad de elegir de nuevo y de considerar que el camino que elegí no me llevará a ningún lugar. Reconocer que el problema no esta en los demás, sino en mi propia decisión de interpretar el mundo “externo” desde el ego. El problema yo lo fabrique, y por lo tanto tengo el poder de des-hacerlo, si recuro, a la presencia de Jesús o el Espíritu Santo; símbolos del Amor Universal que moran en la mente-correcta. Todo problema no tiene mas realidad que la que yo le otorgue. Reconocer que todo problema no es mas que una respuesta a una decisión previa de culpa; no es un regalo que Dios nos hace para inducirnos al arrepentimiento. La Culpa procede de una creencia equivocada basada en el ego [la mente-errada], y no en nuestra verdadera identidad como Hijos de Dios.


El segundo paso: cuestiona nuestra decisión de sentirnos culpables y de estar convencidos de que la culpa puede ser des-hecha con tan solo reconocer la perfecta inocencia que es nuestra herencia en Cristo. "No me sentiré culpable porque el Espíritu Santo, si se lo permito, anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada." Apoyados plenamente en el Espíritu Santo, decimos interiormente:


Quiero tomar otra decisión, porque deseo estar en paz. T-5.VII.9


Los primeros dos pasos del perdón representan nuestra decisión de permitir al Espíritu Santo obrar en nombre de Dios. El tercer paso sanador: es obra y chamba del Espíritu Santo, la nuestra es no interferir...

Tomar esta decisión no puede ser algo difícil. Esto es obvio, si te percatas de que si no te sientes completamente dichoso es porque tú mismo así lo has decidido. Por lo tanto, el primer paso en el proceso de des-hacimiento es reconocer que decidiste equivocadamente a sabiendas, pero que con igual empeño puedes decidir de otra manera. Sé muy firme contigo mismo con respecto a esto, y mantente plenamente consciente de que el proceso de des-hacimiento, que no procede de ti, se encuentra no obstante en ti porque Dios lo puso ahí.



Tu papel consiste simplemente en hacer que tu pensamiento retorne al punto en que se cometió el error, y en entregárselo allí a la Expiación en paz.  

Repite para tus adentros lo que sigue a continuación tan sinceramente como puedas, recordando que el Espíritu Santo responderá de lleno a tu más leve invitación:
Debo haber decidido equivocadamente porque no estoy en paz. Yo mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar otra. Quiero tomar otra decisión porque deseo estar en paz. No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si se lo permito anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada. Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios por mi.
Seccion tomada de prefacio ¿Que postula?
El Espíritu Santo las transforma en perfectas lecciones de perdón y las utiliza como un medio para despertarnos del sueño. Cada una representa una oportunidad de sanar nuestras percepciones y de corregir nuestros errores. Cada una es una nueva oportunidad de perdonarnos a nosotros mismos, perdonando a otros. Y cada una viene a ser una invitación más al Espíritu Santo y al recuerdo de Dios.
Fuentes de Apoyo: