Recordatorios

Repasos y Frequencia de Recodatorios.

V. Las dos emociones

T-13.V.3. A través de estas extrañas y sombrías figuras es como los que no están cuerdos se relacionan con su mundo demente. 2 Pues sólo ven a aquellos que les recuerdan esas imágenes, y es con ellas con las que se relacionan. (3) Por lo tanto, se comunican con los que no están ahí y son éstos quienes les contestan. (4) Mas nadie oye su respuesta, excepto aquel que los invocó, y sólo él cree que le contestaron. (5) La proyección da lugar a la percepción, y no puedes ver más allá de ella. 6 Has atacado a tu hermano una y otra vez porque viste en él una sombría figura de tu mundo privado. 7 Y así, no puedes sino atacarte a ti mismo primero, pues lo que atacas no está en los demás. (8) La única realidad de lo que atacas se encuentra en tu mente, de modo que, al atacar a otros, estás literalmente atacando algo que no está ahí.

Capítulo 21
RAZÓN Y PERCEPCIÓN
Introducción
T-21.in.1. La proyección da lugar a la percepción. (2) El mundo que ves se compone de aquello con lo que tú lo dotaste. (a) Nada más. (3) Pero si bien no es nada más, tampoco es menos. (4) Por ende, es importante para ti. (5) Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. 6 Tal como el hombre piense, así percibirá. (7) No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de parecer acerca de él. (8) La percepción es un resultado, no una causa. (9) Por eso es por lo que el concepto de grados de dificultad en los milagros no tiene sentido. 10 Todo lo que se contempla a través de la visión es sano y santo. (11) Nada que se perciba sin ella tiene significado. (12) Y donde no hay significado, hay caos.

T-21.in.2. La condenación es un juicio que emites acerca de ti mismo, y eso es lo que proyectas sobre el mundo. 2 Si lo ves como algo condenado, lo único que verás es lo que tú has hecho para herir al Hijo de Dios. 3 Si contemplas desastres y catástrofes, es que has tratado de crucificarlo. 4 Si ves santidad y esperanza, es que te has unido a la Voluntad de Dios para liberarlo. 5 Éstas son las únicas alternativas que tienes ante ti. (6) Y lo que veas dará testimonio de tu elección y te permitirá reconocer cuál de ellas elegiste. (7) El mundo que ves tan sólo te muestra cuánta dicha te has permitido ver en ti y aceptar como tuya. (8) Y si ése <<es>> su significado, el poder de dar dicha tiene entonces que encontrarse en ti.

II. La alternativa a la proyección

T-6.II.1. Cualquier división en la mente conlleva por fuerza el rechazo de una parte de ella misma, y eso es lo que <<es>> la creencia en la separación. 2 La Plenitud de Dios, que constituye Su Paz, no puede ser apreciada salvo por una mente íntegra que reconozca la plenitud de la Creación de Dios. 3 Mediante ese reconocimiento dicha mente conoce a su Creador. (4) Exclusión y separación son sinónimos, al igual que separación y disociación. 5 Dijimos anteriormente que la separación fue y sigue siendo un acto de disociación, y que una vez que tiene lugar, la proyección se convierte en su defensa principal o, en otras palabras, el mecanismo que la mantiene vigente. 6 La razón de ello, no obstante, puede que no sea tan obvia como piensas.

T-6.II.2. Repudias lo que proyectas, por lo tanto, no crees que forma parte de ti. (2) Te excluyes a ti mismo al juzgar que eres diferente de aquel sobre el que proyectas. (3) Puesto que también has juzgado contra lo que proyectas, continúas atacándolo porque continúas manteniéndolo separado de ti. 4 Al hacer esto de manera inconsciente, tratas de mantener fuera de tu conciencia el hecho de que te has atacado a ti mismo, y así te imaginas que te has puesto a salvo.

T-6.II.3. La proyección, sin embargo, siempre te hará daño. (2) La proyección refuerza tu creencia de que tu propia mente está dividida, creencia ésta cuyo único propósito es mantener vigente la separación. (3) La proyección no es más que un mecanismo del ego para hacerte sentir diferente de tus hermanos y separado de ellos. 4 El ego justifica esto basándose en el hecho de que eso te hace parecer “mejor” que tus hermanos y, de esta manera, empaña tu igualdad con ellos todavía más. (5) La proyección y el ataque están inevitablemente relacionados, ya que la proyección es siempre un medio para justificar el ataque. (6) Sin proyección no puede haber ira. 7 El ego utiliza la proyección con el solo propósito de destruir la percepción que tienes de ti mismo y de tus hermanos. 8 El proceso comienza excluyendo algo que existe en ti, pero que repudias, y conduce directamente a que te excluyas a ti mismo de tus hermanos.

LECCIÓN 336: El perdón me enseña que todas las mentes están unidas.

L-pII.336.1. El perdón es el medio por el que a la percepción le llega su fin. (2) El Conocimiento es restituido una vez que la percepción haya sido primero modificada, y luego haya dado paso enteramente a lo que por siempre ha de estar más allá de su más elevado alcance. (3) Pues, en el mejor de los casos, las imágenes y los sonidos tan sólo pueden servir para evocar el recuerdo que yace tras todos ellos. (4) El perdón elimina las distorsiones y revela el altar a la verdad que se hallaba oculto. (5) Sus blancas azucenas refulgen en la mente y la instan a regresar y a mirar en su interior para encontrar lo que en vano había buscado fuera. (6) Pues ahí y sólo ahí, se restaura la paz interior, al ser la morada de Dios Mismo.

L-pII.336.2. Que en la quietud el perdón elimine mis sueños de separación y de pecado. 2 Y que pueda entonces, Padre, mirar en mi interior y descubrir que Tu promesa de que en mí no hay pecado es verdad; que Tu Palabra permanece inalterada en mi mente y que Tu Amor reside todavía en mi corazón.

IV. La herencia del Hijo de Dios

T-11.IV.3. Tu paz reside en el hecho de que es ilimitada. (2) Limita la paz que compartes con Él, y tu Ser se vuelve necesariamente un extraño para ti. (3) Todo altar a Dios forma parte de ti porque la luz que Él creó es una con Él. (4) ¿Le negarías a un hermano la luz que posees? (5) No lo harías si te dieses cuenta de que con ello sólo podrías nublar tu propia mente. (6) En la medida en que lo traes de regreso, regresas también tú. (7) Ésa es la Ley de Dios para la protección de la plenitud de Su Hijo.

T-11.IV.4. <<Sólo tú puedes privarte a ti mismo de algo>>. (2) No resistas este hecho, pues es en verdad el comienzo de la iluminación. (3) Recuerda también que la negación de este simple hecho adopta muchas formas, y que debes aprender a reconocerlas y a oponerte a ellas sin excepción y con firmeza. (4) Éste es un paso crucial en el proceso de re-despertar. (5) Las fases iniciales de esta inversión son con frecuencia bastante dolorosas, pues al dejar de echarle la culpa a lo que se encuentra fuera, existe una marcada tendencia a albergarla dentro. (6) Al principio es difícil darse cuenta de que esto es exactamente lo mismo, pues no hay diferencia entre lo que se encuentra dentro y lo que se encuentra fuera.

II. El mundo perdonado

T-17.II.5. El mundo real se alcanza simplemente mediante el completo perdón del viejo mundo, aquel que contemplas sin perdonar. (2) El Gran Transformador de la percepción emprenderá contigo un examen minucioso de la mente que dio lugar a ese mundo y te revelará las aparentes razones por las que lo construiste. (3) A la luz de la auténtica razón que Le caracteriza te darás cuenta, a medida que Lo sigas, de que ese mundo está totalmente desprovisto de razón. (4) Cada punto que Su razón toque florecerá con belleza, y lo que parecía feo en la obscuridad de tu falta de razón, se verá transformado de repente en algo hermoso. (5) Ni siquiera lo que el Hijo de Dios inventó en su demencia podría no tener oculto dentro de sí una chispa de belleza que la dulzura no pudiera liberar.

LECCIÓN 200: No hay más paz que la de Dios.

L-pI.200.1. Deja de buscar. (2) No hallarás otra paz que la de Dios. (3) Acepta este hecho y te evitarás la agonía de sufrir aún más amargos desengaños o de verte invadido por una sombría desesperación y una gélida sensación de desesperanza y de duda. (4) Deja de buscar. (5) No hay nada más que puedas encontrar salvo la Paz de Dios, a no ser que lo que busques sea infelicidad y dolor.

L-pI.200.2. Éste es el punto final al que en última instancia todo el mundo tiene que llegar para dejar a un lado toda esperanza de hallar felicidad allí donde no la hay; de ser salvado por lo que tan sólo puede causar dolor; y de hacer paz del caos, dicha del dolor y Cielo del infierno. (2) No sigas tratando de ganar por medio de la pérdida ni de morir para vivir, (3) pues no estarás sino buscando la derrota.

L-pI.200.3. No obstante, con la misma facilidad puedes pedir amor, felicidad y vida eterna en una paz que no tiene fin. 2 Pide esto y sólo puedes ganar. 3 Pedir lo que ya tienes te lleva al éxito. (4) Pedir que lo que es falso sea verdadero sólo puede conducir al fracaso. (5) Perdónate a ti mismo tus vanas imaginaciones y no sigas buscando lo que no puedes encontrar. 6 Pues ¿qué podría ser más absurdo que buscar el infierno una y otra vez cuando no tienes más que abrir los ojos y mirar para darte cuenta de que el Cielo se encuentra ante ti, allende el umbral de una puerta que se abre fácilmente dándote la bienvenida?

L-pI.200.4. Regresa a casa. (2) Jamás encontraste felicidad en lugares extraños ni en formas que te son ajenas y que no tienen ningún significado para ti, si bien trataste de hacer que lo tuvieran. (3) No perteneces a este mundo. (4) Aquí eres un extraño. 5 Pero te ha sido dado encontrar los medios por los que el mundo deja de parecer una prisión o una cárcel para nadie.

L-pI.200.5. Se te concede la libertad allí donde no veías más que cadenas y puertas de hierro. (2) Mas si quieres hallar escapatoria tienes que cambiar de parecer con respecto al propósito del mundo. (3) Permanecerás encadenado hasta que veas el mundo como un lugar bendito y liberes de tus errores a cada hermano y lo honres tal como es. 4 Tú no lo creaste ni tampoco te creaste a ti mismo. 5 Y al liberar a uno, el otro es aceptado tal como es.

L-pI.200.6. ¿Qué función tiene el perdón? (2) En realidad no tiene ninguna ni hace nada, (3) pues en el Cielo se le desconoce. (4) Es sólo en el infierno donde se le necesita y donde tiene una formidable función que desempeñar. 5 ¿No es acaso un propósito loable ayudar al bienamado Hijo de Dios a escapar de los sueños de maldad, que aunque son sólo fabricaciones suyas, él cree que son reales? 6 ¿Quién podría aspirar a más mientras parezca que hay que elegir entre el éxito y el fracaso, entre el amor y el miedo?

L-pI.200.7. No hay más paz que la de Dios porque Él tiene un solo Hijo, que no puede construir un mundo en oposición a la Voluntad de su Padre o a la suya propia, la cual es la misma que la de Él. (2) ¿Qué podría esperar encontrar en semejante mundo? (3) No puede ser real, ya que nunca fue creado. (4) ¿Es acaso ahí adonde iría en busca de paz? 5 ¿O bien tiene que darse cuenta de que tal como él ve el mundo, éste sólo puede engañar? 6 Puede aprender, no obstante, a verlo de otra manera y encontrar la Paz de Dios.

L-pI.200.8. La paz es el puente que todos habrán de cruzar para dejar atrás este mundo. (2) Mas se empieza a tener paz en él cuando se percibe de otra manera, y esta nueva percepción nos conduce hasta las puertas del Cielo y al camino que yace tras ellas. 3 La paz es la respuesta a las metas conflictivas, a las jornadas insensatas, a las búsquedas vanas y frenéticas y a los empeños sin sentido. 4 Ahora el camino es fácil, y nos conduce por una ligera pendiente hasta el puente donde la libertad yace dentro de la Paz de Dios.

L-pI.200.9. No volvamos a perder el rumbo hoy. (2) Nos dirigimos al Cielo y el camino es recto. (3) Sólo si procuramos desviarnos podemos retrasarnos y perder el tiempo innecesariamente por escabrosas veredas. 4 Dios es lo único seguro que existe y Él guiará nuestros pasos. 5 No abandonará a Su Hijo en la necesidad ni permitirá que se aleje para siempre de su hogar. 6 El Padre llama; el Hijo Le oirá. 7 Y eso es todo lo que hay con respecto a lo que parece ser un mundo separado de Dios, en el que los cuerpos son reales.

L-pI.200.10. Ahora reina el silencio. (2) Deja de buscar. 3 Has llegado allí donde el camino está alfombrado con las hojas de los falsos deseos que antes anhelabas, caídas ahora de los árboles de la desesperanza. 4 Ahora se encuentran bajo tus pies. 5 Y levantas la mirada y contemplas al Cielo con los ojos del cuerpo, que ahora sólo te van a servir por un instante más. 6 Por fin la paz ha sido reconocida, y puedes sentir cómo su tierno abrazo envuelve tu corazón y tu mente con consuelo y amor.

L-pI.200.11. Hoy no buscamos ídolos. 2 La paz no se puede encontrar en ellos. (3) La Paz de Dios es nuestra y no vamos a aceptar o querer nada más. (4) ¡Que la paz sea con nosotros hoy! 5 Pues hemos encontrado una manera sencilla y grata de abandonar el mundo de la ambigüedad y de reemplazar nuestros objetivos cambiantes por un solo propósito y nuestros sueños solitarios por compañerismo. (6) Pues la paz es unión, si procede de Dios. (7) Hemos abandonado toda búsqueda. 8 Nos encontramos muy cerca de nuestro hogar y nos acercamos aún más a él cada vez que decimos:

(9) No hay más paz que la de Dios, y estoy contento y agradecido de que así sea.

IV. El plan de perdón del Espíritu Santo

T-9.IV.6. Sigue, pues, las enseñanzas de perdón del Espíritu Santo porque el perdón es Su función y Él sabe cómo llevarla a cabo perfectamente. (2) Eso es lo que quise decir cuando dije que los milagros son naturales, y que cuando no ocurren es que algo anda mal. (3) Los milagros son simplemente la señal de que estás dispuesto a seguir el plan de salvación del Espíritu Santo y de que reconoces que no sabes lo que dicho plan es. 4 La función que a Él le corresponde llevar a cabo no es la que te corresponde a ti, y a menos que aceptes esto, no podrás saber cuál es tu función.

I. Las condiciones del aprendizaje

T-14.IV.3. (6) La Expiación se vuelve real y visible para los que la ponen en práctica.

T-14.I.1. Si eres bendito y no lo sabes, necesitas aprender que ciertamente lo eres. (2) El Conocimiento no es algo que se pueda enseñar, pero sus condiciones se tienen que adquirir porque eso fue lo que se desechó. 3 Puedes aprender a bendecir, pero no puedes dar lo que no tienes. 4 Por lo tanto, si ofreces una bendición, primero te tiene que haber llegado a ti. 5 Y tienes también que haberla aceptado como tuya, pues, de lo contrario, ¿cómo ibas a poder darla? 6 Por eso es por lo que los milagros <<dan>> testimonio de que eres bendito. (7) Si perdonas completamente es porque has abandonado la culpabilidad, al haber aceptado la Expiación y haberte dado cuenta de que eres inocente. 8 ¿Cómo ibas a percatarte de lo que se ha hecho por ti sin tú saberlo, a menos que hicieras lo que no podrías sino hacer si se <<hubiese>> hecho por ti?

IV. Tu papel en la Expiación

T-14.IV.1. Cuando aceptas la inocencia de un hermano ves la Expiación en él. (2) Pues al proclamarla en él la haces tuya y ves lo que buscabas. 3 Mas no verás el símbolo de la inocencia de tu hermano refulgiendo en él mientras todavía creas que no se encuentra en él. (4) Su inocencia es <<tu>> Expiación. (5) Concédesela y te darás cuenta de la verdad de lo que has reconocido. 6 No obstante, para que la verdad pueda ser recibida, tiene primero que ofrecerse, del mismo modo en que Dios se la dio primero a Su Hijo. 7 El primero en el tiempo no significa nada, pero el Primero en la eternidad es Dios el Padre, Quien es a la vez el Primero y el Único. (8) Más allá del Primero no hay ningún otro, pues no hay ninguna secuencia, ni segundo ni tercero, ni nada excepto el Primero.

T-14.IV.3. Cuando hayas permitido que todo lo que empaña a la verdad en tu santísima mente sea des-hecho y, consecuentemente, te alces en gracia ante tu Padre, Él se dará a Sí Mismo a ti como siempre lo ha hecho. (2) Darse a Sí Mismo es lo único que Él sabe y, así, todo conocimiento consiste en eso. (3) Pues lo que Él desconoce no existe y, por consiguiente, no se puede dar. (4) No pidas ser perdonado, pues eso ya se te concedió. (5) Pide, más bien, cómo aprender a perdonar y a restituir en tu mente inmisericorde lo que siempre ha sido. (6) La Expiación se vuelve real y visible para los que la ponen en práctica. (7) Ésa es tu única función en la tierra, y debes aprender que eso es lo único que te interesa aprender. 8 Hasta que no lo aprendas te sentirás culpable, 9 pues, en última instancia, y sea cual fuere la forma en que tu culpabilidad se manifieste, ésta procede de no llevar a cabo tu función en la Mente de Dios con toda tu mente. 10 ¿Cómo ibas a poder escapar de esa culpabilidad si dejas de cumplir tu función aquí?

II. El temor a sanar

T-27.II.12. La corrección que <<>> quisieras llevar a cabo no puede sino causar separación, ya que ésa es la función que <<>> le otorgaste. (2) Cuando percibas que la corrección es lo mismo que el perdón, sabrás también que la Mente del Espíritu Santo y la tuya son una. (3) Y de esta manera, habrás hallado tu Identidad. 4 No obstante, Él tiene que operar con lo que se le da, y tú sólo le permites ocupar la mitad de tu mente. 5 Y así, Él representa la otra mitad, y parece tener un propósito diferente de aquel que abrigas y crees que es el tuyo. 6 De este modo, tu función parece estar dividida, con una de sus mitades en oposición a la otra. 7 Esas dos mitades parecen representar la separación de un ser que se percibe dividido en dos.

M-29. EN CUANTO A LO DEMÁS...

M-29.3. Hay otra ventaja—y muy importante por cierto—en poner cada vez más en manos del Espíritu Santo todas las decisiones. 2 Aunque su importancia es obvia, tal vez no hayas pensado en este aspecto: 3 seguir las directrices del Espíritu Santo es permitirte a ti mismo quedar absuelto de toda culpa. (4) Es la esencia de la Expiación. (5) Es el núcleo central del programa de estudios. 6 La imaginaria usurpación de funciones que no te corresponden es la causa del miedo. 7 El mundo que ves refleja la ilusión de que has usurpado una función que no te corresponde, haciendo que el miedo sea inevitable. (8) Devolver dicha función a Quien le corresponde es, por lo tanto, la manera de escapar del miedo. (9) Y esto es lo que hace posible que el recuerdo del amor retorne a ti. 10 No pienses, entonces, que necesitas seguir la dirección del Espíritu Santo sólo por razón de tus insuficiencias. (11) Necesitas seguirla porque es la manera de escaparte del infierno.

VII. El soñador del sueño

T-27.VII.15. Sueña dulcemente con tu hermano inocente, quien se une a ti en santa inocencia. 2 Y el Mismo Señor de los Cielos despertará a Su Hijo bienamado de este sueño. (3) Sueña con la bondad de tu hermano en vez de concentrarte en sus errores. 4 Elige soñar con todas las atenciones que ha tenido contigo, en vez de contar todo el dolor que te ha ocasionado. (5) Perdónale sus ilusiones y dale gracias por toda la ayuda que te ha prestado. (6) Y no desprecies los muchos regalos que te ha hecho sólo porque en tus sueños él no sea perfecto. 7 Él representa a su Padre, a Quien ves ofreciéndote tanto vida como muerte.

LECCIÓN 99: La salvación es mi única función aquí

L-pI.99.10. Perdona todo pensamiento que se oponga a la verdad de tu compleción, unidad y paz. 2 No puedes perder los regalos que tu Padre te dio. 3 No es tu deseo ser otro ser. 4 No tienes ninguna función que no sea de Dios. (5) Perdónate a ti mismo la que crees haber inventado. (6) El perdón y la salvación son lo mismo. (7) Perdona lo que inventaste y te habrás salvado.

C-4. LA PERCEPCIÓN VERDADERA – EL CONOCIMIENTO

C-4.3. El conocimiento no es el remedio para la percepción falsa, puesto que al proceder de distintos niveles, jamás pueden encontrarse. (2) La única corrección posible para la percepción falsa es la percepción verdadera. 3 Ésta no perdurará. 4 Pero mientras dure, su propósito será sanar. (5) La percepción verdadera es un remedio que se conoce por muchos nombres. (6) El perdón, la salvación, la Expiación y la percepción verdadera son todos una misma cosa. (7) Son el comienzo de un proceso cuyo fin es conducir a la Unicidad que los transciende a todos. 8 La percepción verdadera es el medio por el que se salva al mundo de las garras del pecado, pues el pecado no existe. 9 Y esto es lo que la percepción verdadera ve.

VI. Más allá del cuerpo

T-18.VI.6. Es una locura usar el cuerpo como chivo expiatorio sobre el que descargar tu culpabilidad, dirigiendo sus ataques y culpándolo luego por lo que tú mismo quisiste que hiciera. (2) Es imposible exteriorizar fantasías, (3) pues éstas siguen siendo lo que tú deseas y no tienen nada que ver con lo que el cuerpo hace. 4 El cuerpo no sueña con ellas, y lo único que éstas hacen es convertirlo en un lastre en vez de en algo útil. (5) Pues las fantasías han hecho de tu cuerpo tu “enemigo”; algo débil, vulnerable y traicionero, merecedor del odio que le tienes. 6 ¿De qué te ha servido todo esto? (7) Te has identificado con eso que odias, el instrumento de venganza y la aparente fuente de tu culpabilidad. 8 Le has hecho esto a algo que no tiene significado, proclamándolo la morada del Hijo de Dios y haciendo luego que se vuelva contra él.

III. De las tinieblas a la luz

T-11.III.7. Sólo el Consolador de Dios puede darte consuelo. (2) En la quietud de Su templo, Él espera para darte la paz que es tuya. 3 Da de Su paz, para que puedas entrar en el templo y encontrarla allí esperándote. 4 Mas sé santo en Presencia de Dios o, de lo contrario, no sabrás que estás allí, (5) pues lo que no es como Dios no puede entrar en Su Mente porque no fue Su Pensamiento y, por lo tanto, no es de Él. 6 Y si quieres saber lo que es tuyo, tu mente tiene que ser tan pura como la Suya. 7 Protege cuidadosamente Su templo, pues Él Mismo mora allí en paz. 8 No puedes entrar en la Presencia de Dios con los compañeros siniestros a tu lado, pero tampoco puedes entrar solo. (9) Todos tus hermanos tienen que entrar contigo, ya que hasta que no los hayas aceptado, <<tú>> no podrás entrar. 10 Pues no podrás entender lo que es la plenitud a menos que tú mismo seas pleno, y ninguna parte del Hijo puede ser excluida si su deseo es conocer la Plenitud de su Padre.

T-11.III.8. Puedes aceptar en tu mente a la Filiación en su totalidad y bendecirla con la luz que tu Padre le dio. (2) Serás entonces digno de morar en el templo con Él, puesto que tu voluntad no es estar solo. 3 Dios bendijo a Su Hijo para siempre. (4) Si tú le bendices mientras estás en el tiempo, morarás en la eternidad. 5 El tiempo no puede separarte de Dios si lo usas en favor de lo eterno.

IV. La herencia del Hijo de Dios

T-11.IV.3. Tu paz reside en el hecho de que es ilimitada. 2 Limita la paz que compartes con Él, y tu Ser se vuelve necesariamente un extraño para ti. (3) Todo altar a Dios forma parte de ti porque la luz que Él creó es una con Él. 4 ¿Le negarías a un hermano la luz que posees? 5 No lo harías si te dieses cuenta de que con ello sólo podrías nublar tu propia mente. (6) En la medida en que lo traes de regreso, regresas también tú. (7) Ésa es la Ley de Dios para la protección de la plenitud de Su Hijo.

T-11.IV.4. <<Sólo tú puedes privarte a ti mismo de algo>>. (2) No resistas este hecho, pues es en verdad el comienzo de la iluminación. 3 Recuerda también que la negación de este simple hecho adopta muchas formas, y que debes aprender a reconocerlas y a oponerte a ellas sin excepción y con firmeza. (4) Éste es un paso crucial en el proceso de re-despertar. 5 Las fases iniciales de esta inversión son con frecuencia bastante dolorosas, pues al dejar de echarle la culpa a lo que se encuentra fuera, existe una marcada tendencia a albergarla dentro. 6 Al principio es difícil darse cuenta de que esto es exactamente lo mismo, pues no hay diferencia entre lo que se encuentra dentro y lo que se encuentra fuera.

T-11.IV.5. Si tus hermanos forman parte de ti y los culpas por tu privación, te estás culpando a ti mismo. (2) Y no puedes culparte a ti mismo sin culparlos a ellos. (3) Por eso es por lo que la culpa se tiene que des-hacer y no verse en otra parte. 4 Échate a ti mismo la culpa y no te podrás conocer, pues sólo el ego culpa. (5) Culparse uno a sí mismo es, por lo tanto, identificarse con el ego, y es una de sus defensas tal como culpar a los demás lo es. 6 <<No puedes llegar a estar en Presencia de Dios si atacas a Su Hijo>>. 7 Cuando Su Hijo alce su voz en alabanza de su Creador, oirá la Voz que habla por su Padre. 8 Mas el Creador no puede ser alabado sin Su Hijo, pues Ambos comparten la Gloria y a Ambos se les glorifica juntos.

III. El Guía a la salvación

T-5.III.2. El Espíritu Santo es la idea de la curación. (2) Al ser un pensamiento, la idea se expande a medida que se comparte. (3) Al ser la Llamada <<a>> Dios, es asimismo la idea <<de>> Dios. (4) Puesto que tú formas parte de Dios, es también la idea de lo que tú eres, así como de lo que son todas Sus Creaciones. (5) La idea del Espíritu Santo comparte la propiedad de otras ideas porque obedece las leyes del universo del que forma parte. (6) Se refuerza al compartirse. (7) Se expande en ti a medida que se la ofreces a tu hermano. (8) Tu hermano no tiene que ser consciente del Espíritu Santo en él o en ti para que se produzca este milagro. (9) Puede que se haya desentendido de la Llamada a Dios tal como tú lo hiciste. (10) Este desentendimiento se subsana en ambos a medida que tomas conciencia de la Llamada a Dios en él, reconociendo de esta forma su existencia.

LECCIÓN 100: Mi papel en el plan de Dios para la salvación es esencial.

L-pI.100.1. Del mismo modo en que el Hijo de Dios completa a su Padre, así también tu papel en el plan de tu Padre completa dicho plan. 2 La salvación tiene que invertir la descabellada creencia en pensamientos y cuerpos separados, que viven vidas separadas y siguen caminos diferentes. (3) Cuando mentes separadas comparten una sola función, se unen en un único propósito, pues cada una de ellas es igualmente esencial para todas las demás.

LECCIÓN 91: Los milagros se ven en la luz

L-pI.91.10. Relájate durante el resto de la sesión de práctica, confiando en que tus esfuerzos, por insignificantes que sean, tienen todo el respaldo de la Fortaleza de Dios y de todos Sus Pensamientos. (2) De Ellos es de donde procederá tu fortaleza. 3 A través de Su fuerte respaldo es como sentirás la fortaleza que mora en ti. 4 Dios y todos Sus Pensamientos se unen a ti en esta sesión de práctica en la que compartes un propósito semejante al de Ellos. 5 De Ellos es la Luz en la que verás milagros porque Su Fortaleza es tuya. 6 Su Fortaleza se convierte en tus ojos para que puedas ver.

VI. La justificación del perdón

T-30.VI.2. El perdón está <<siempre>> justificado. 2 Sus cimientos son sólidos. (3) No perdonas lo imperdonable ni pasas por alto un ataque real que merece castigo. (4) La salvación no reside en que a uno le pidan responder de una manera antinatural que no concuerda con lo que es real. (5) En lugar de ello, la salvación sólo te pide que respondas adecuadamente a lo que no es real, no percibiendo lo que no ha ocurrido. (6) Si el perdón no estuviera justificado, se te estaría pidiendo que sacrificaras tus derechos cuando devuelves perdón por ataque. (7) Mas se te pide simplemente que consideres el perdón como la respuesta natural ante cualquier aflicción basada en un error que, por ende, no es más que una petición de ayuda. (8) El perdón es la única respuesta cuerda, 9 pues <<impide>> que tus derechos sean sacrificados.

LECCIÓN 346: Hoy la Paz de Dios me envuelve y me olvido de todo excepto de Su Amor.

L-pII.346.1. Padre, al despertar hoy los milagros corrigen mi percepción de todas las cosas. 2 Y así comienza el día que voy a compartir Contigo tal como compartiré la eternidad, pues hoy el tiempo se ha hecho a un lado. 3 No ando en pos de cosas temporales, por lo tanto, ni siquiera las veré. 4 Lo que hoy busco trasciende las leyes del tiempo, así como las cosas que se perciben en él. 5 Quiero olvidarme de todo excepto de Tu Amor. 6 Quiero morar en Ti y no saber nada de ninguna ley que no sea Tu Ley del Amor. 7 Quiero encontrar la paz que creaste para Tu Hijo y olvidarme, conforme contemplo Tu Gloria y la mía, de todos los absurdos juguetes que fabriqué.

L-pII.346.2. Y al llegar la noche, recordaremos únicamente la Paz de Dios. 2 Pues hoy veremos qué clase de paz es la nuestra cuando nos olvidamos de todo, excepto del Amor de Dios.

II. La alternativa a la proyección

T-6.II.11. El ego puede aceptar la idea de que es necesario retornar porque puede, con gran facilidad, hacer que parezca difícil. (2) Sin embargo, el Espíritu Santo te dice que incluso el retorno es innecesario porque lo que nunca ocurrió no puede ser difícil. (3) Mas tú puedes <<hacer>> que la idea de retornar sea a la vez necesaria y difícil. (4) Con todo, está muy claro que los que son perfectos no tienen necesidad de nada, y tú no puedes experimentar la perfección como algo difícil de alcanzar, puesto que eso es lo que eres. (5) Así es como tienes que percibir las Creaciones de Dios, de modo que todas tus percepciones estén en línea con la única manera de ver del Espíritu Santo. (6) Esta línea es la línea directa de comunicación con Dios, y le permite a tu mente converger con la Suya. 7 Nada está en conflicto en esta percepción, ya que significa que toda percepción está guiada por el Espíritu Santo, cuya Mente está fija en Dios. 8 Sólo el Espíritu Santo puede resolver conflictos porque sólo el Espíritu Santo está libre de conflictos. (9) Él percibe únicamente lo que es verdad en tu mente y lo extiende sólo a lo que es verdad en otras mentes.

II. El alumno feliz

T-14.II.3. El Espíritu Santo ve esto y enseña simplemente que nada de ello es verdad. 2 A esos infelices alumnos que quieren enseñarse a sí mismos lo que no es nada y que se engañan creyendo que es algo, el Espíritu Santo les dice con perfecta serenidad:

3 La verdad es verdad. 4 Es lo único que importa, lo único que es real y lo único que existe. 5 Permíteme hacer por ti la única distinción que tú no puedes hacer, pero que necesitas aprender a hacer. 6 La fe que tienes en lo que no es nada te está engañando. 7 Deposítala en mí, y yo, a mi vez, la depositaré dulcemente en el santo lugar donde le corresponde estar. 8 Allí no encontrarás engaño, sino únicamente la simple verdad. 9 Y la amarás porque la comprenderás.

VII. Introspección

T-12.VII.15. Cuando te sientas tentado de sucumbir ante el deseo de la muerte, <<recuerda que yo no morí>>. 2 Te darás cuenta de que esto es cierto cuando mires dentro de ti y me <<veas>>. 3 ¿Cómo iba yo a haber superado la muerte para mí solo? 4 ¿Y cómo iba a haberme dado el Padre vida eterna a mí, a no ser que también te la hubiera dado a ti? (5) Cuando aprendas a ponerme de manifiesto jamás verás la muerte, (6) pues habrás contemplado lo inmortal en ti mismo y, así, al contemplar un mundo que no puede morir, sólo verás lo eterno.

IX. La curación como resultado de una percepción corregida

T-8.IX.6. El ego, empeñado siempre en debilitar a la mente, trata de separarla del cuerpo en un intento de destruirla. 2 Mas en realidad cree que la está protegiendo. 3 Esto se debe a que cree que la mente es peligrosa y que privarte de ella es curarte. 4 Pero privarte de tu mente es imposible, puesto que eso significaría destruir lo que Dios creó. (5) El ego detesta la debilidad, si bien trata por todos los medios de inducirla. (6) El ego desea únicamente lo que odia. 7 Para el ego eso es perfectamente lógico. 8 Y puesto que cree en el poder del ataque, el ego venera el ataque.

VI. De la vigilancia a la paz

T-7.VI.3. El ingenio del ego para asegurar su supervivencia es enorme. Sin embargo, dicho ingenio emana del mismo poder de la mente que el ego niega. 2 Esto quiere decir que el ego ataca lo que lo sustenta, lo cual no puede sino producir una gran ansiedad. (3) Por eso es por lo que el ego jamás reconoce lo que está haciendo. (4) Es perfectamente lógico, pero a todas luces demente. 5 Pues <<para subsistir>> se nutre de la única fuente que es totalmente adversa a su existencia. 6 Temeroso de percibir el poder de esa fuente, se ve forzado a menospreciarla, 7 lo cual amenaza su propia existencia, produciendo un estado que le resulta intolerable. 8 Prosiguiendo de manera lógica, aunque todavía demente, el ego resuelve este dilema completamente descabellado de un modo igualmente descabellado: 9 deja de percibir que <<su>> existencia esté amenazada proyectando la amenaza sobre <<ti>> y percibiendo a tu Ser como inexistente. 10 Esto asegura su continuidad si te pones de su parte, garantizando así el que no puedas conocer tu seguridad.

V. Los heraldos de la eternidad

T-20.V.6. Ves cada instante santo como un punto diferente en el tiempo. (2) Mas es siempre el mismo instante. (3) Todo lo que alguna vez hubo o habrá en él se encuentra aquí ahora mismo. (4) El pasado no le resta nada y el futuro no le añadirá nada más. (5) En el instante santo, entonces, se encuentra todo. 6 En él se encuentra la belleza de tu relación, con los medios y el fin perfectamente armonizados ya. 7 En él se te ha ofrecido ya la perfecta fe que algún día habrás de ofrecerle a tu hermano; en él se ha concedido ya el ilimitado perdón que le concederás; y en él es visible ya la faz de Cristo que algún día habrás de contemplar.

VIII. La creencia increíble

T-7.VIII.5. <<No le tengas miedo al ego>>. (2) Él depende de tu mente, y tal como lo inventaste creyendo en él, puedes asimismo desvanecerlo dejando de creer en él. (3) No proyectes sobre otros la responsabilidad por esa creencia o, de lo contrario, prolongarás su existencia. (4) Cuando estés dispuesto a asumir total responsabilidad por la existencia del ego, habrás dejado a un lado la ira y el ataque, pues éstos surgen como resultado de tu deseo de proyectar sobre otros la responsabilidad de tus errores. (5) Mas una vez que los hayas aceptado como tus propios errores, no te detengas ahí. (6) Entrégaselos de inmediato al Espíritu Santo para que Él los des-haga completamente, de manera que todos sus efectos desaparezcan de tu mente y de la Filiación en su totalidad.

LECCIÓN 288: Que me olvide hoy del pasado de mi hermano.

L-pII.288.1. Éste es el pensamiento que me conduce a Ti y me lleva a mi meta. 2 No puedo llegar hasta Ti sin mi hermano. 3 Y para conocer mi Fuente, tengo primero que reconocer lo que Tú creaste uno conmigo. 4 La mano de mi hermano es la que me conduce a Ti. (5) Sus pecados están en el pasado junto con los míos, y me he salvado porque el pasado no existe. (6) Que no lo siga atesorando en mi corazón, pues me desviaría del camino que me lleva a Ti. 7 Mi hermano es mi salvador. (8) Que no ataque al salvador que Tú me has dado. 9 Por el contrario, que honre a aquel que lleva Tu Nombre para así poder recordar que es el mío también.

L-pII.288.2. Perdóname hoy. (2) Y sabrás que me has perdonado si contemplas a tu hermano en la luz de la santidad. (3) Él no puede ser menos santo que yo y tú no puedes ser más santo que él.

LECCIÓN 132: Libero al mundo de todo lo que alguna vez pensé que era.

L-pI.132.1. ¿Qué es lo que mantiene al mundo prisionero sino tus propias creencias? 2 ¿Y qué puede salvar al mundo excepto tu Ser? 3 Las creencias son ciertamente poderosas. (4) Tus pensamientos tienen poder, y los efectos que las ilusiones producen son tan potentes como los efectos que produce la verdad. 5 Los locos creen que el mundo que ven es real, por lo tanto, no lo ponen en duda. 6 No se les puede persuadir cuestionando los efectos de sus pensamientos. 7 Sólo cuando se pone en tela de juicio su fuente, es cuando por fin alborea en ellos la esperanza de libertad.

L-pI.132.2. No obstante, la salvación se puede lograr fácilmente, pues todo el mundo es libre de cambiar de mentalidad, y al hacerlo todos sus pensamientos cambian también. 2 Ahora la fuente de los pensamientos ha cambiado, pues cambiar de mentalidad significa que has efectuado un cambio en la fuente de todas las ideas que tienes ahora, que alguna vez hayas tenido o que algún día puedas tener. 3 Liberas al pasado de todo lo que pensabas antes. 4 Liberas al futuro de todos tus antiguos pensamientos de ir en busca de lo que realmente no deseas encontrar.

L-pI.132.3. El único tiempo que queda ahora es el presente. (2) Y ahí, en el presente, es donde el mundo queda liberado. (3) Pues al dejar que el pasado quede cancelado y al liberar el futuro de tus viejos temores, encuentras la forma de escapar y se la ofreces al mundo. 4 Has esclavizado al mundo con todos tus temores, dudas y aflicciones, con todo tu dolor y todas tus lágrimas; y todas tus penas lo oprimen y lo mantienen prisionero de tus creencias. 5 La muerte lo azota por doquier porque albergas en tu mente amargos pensamientos de muerte.

L-pI.132.4. El mundo en sí no es nada. (2) Tu mente tiene que darle significado. 3 Y lo que contemplas en él es la representación de tus deseos, de modo que puedas verlos y creer que son reales. 4 Tal vez pienses que no fuiste tú quien construyó este mundo, sino que viniste en contra de tu voluntad a lo que ya estaba hecho, un mundo que no estaba precisamente esperando a que tus pensamientos le confiriesen significado. (5) Pero la verdad es que encontraste exactamente lo que andabas buscando cuando viniste.

L-pI.132.5. No existe ningún mundo aparte de lo que deseas, y en esto radica, en última instancia, tu liberación. (2) Cambia de mentalidad con respecto a lo que quieres ver, y el mundo cambiará a su vez. (3) Las ideas no abandonan su fuente. 4 Esta idea central se menciona con frecuencia en el texto, y debes tenerla presente si quieres entender la lección de hoy. 5 No es el orgullo el que te dice que fuiste tú quien construyó el mundo que ves y que ese mundo cambia según tú cambias de mentalidad.

L-pI.132.6. Pero sí es el orgullo el que sostiene que has venido a un mundo que está completamente separado de ti, que es insensible a lo que piensas y totalmente diferente de lo que puedas pensar que es. (2) ¡El mundo no existe! (3) Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar. (4) No todos están listos para aceptar esto, y cada cual irá tan lejos a lo largo del camino que conduce a la verdad como se permita a sí mismo ser guiado. 5 Regresará e irá todavía más lejos o tal vez retroceda un poco para luego regresar de nuevo.

L-pI.132.7. Mas la curación es el regalo que se les hace a aquellos que están listos para aprender que el mundo no existe y que pueden aceptar esta lección ahora. 2 El hecho de que estén listos hará que la lección les llegué en una forma que ellos puedan entender y reconocer. (3) Algunos la entienden de súbito al borde de la muerte y se levantan para enseñarla. 4 Otros la encuentran en una experiencia que no es de este mundo, lo cual les demuestra que el mundo no existe porque lo que contemplan tiene que ser la verdad a pesar de que contradice claramente al mundo.

L-pI.132.8. Y algunos la encontrarán en este curso y en los ejercicios que hoy llevaremos a cabo. (2) La idea de hoy es verdad porque el mundo no existe. 3 Y si en verdad es un producto de tu imaginación, puedes entonces liberarlo de todo lo que has pensado que era cambiando simplemente todos aquellos pensamientos que le daban su apariencia. 4 Los enfermos se curan a medida que abandonas todo pensamiento de enfermedad, y los muertos resucitan cuando permites que los pensamientos de vida reemplacen a todos los pensamientos de muerte que alguna vez hayas albergado.

L-pI.132.9. Ahora tenemos que subrayar nuevamente una lección que ya se ha mencionado antes, pues contiene los sólidos cimientos de la idea de hoy. (2) Eres tal como Dios te creó. (3) No hay lugar en el que puedas sufrir ni tiempo que pueda alterar tu eterna condición. (4) ¿Cómo iba a poder existir un mundo de espacio y tiempo, si tú sigues siendo tal como Dios te creó?

L-pI.132.10. ¿Qué es la lección de hoy sino otra manera de decir que conocer tu Ser es la salvación del mundo? 2 Liberar al mundo de toda clase de dolor no es otra cosa que cambiar de mentalidad con respecto a ti mismo. (3) El mundo no existe aparte de tus ideas porque las ideas no abandonan su fuente, y tú mantienes el mundo intacto en tu mente mediante tus pensamientos.

L-pI.132.11. Mas si eres tal como Dios te creó, no puedes pensar de manera diferente de cómo piensa Él ni fabricar lo que no comparte Su Intemporalidad y Amor. 2 ¿Son acaso Éstos inherentes al mundo que ves? 3 ¿Crea acaso este mundo tal como lo hace Él? 4 A menos que lo haga, no puede ser real ni tiene existencia alguna. 5 Si tú eres real, el mundo que ves es falso, pues la Creación de Dios es diferente del mundo desde cualquier punto de vista. (6) Y así como fuiste creado mediante Su Pensamiento, así también son tus pensamientos los que dieron lugar al mundo y los que tienen que liberarlo para que puedas conocer los Pensamientos que compartes con Dios.

L-pI.132.12. ¡Libera al mundo! 2 Tus verdaderas creaciones están esperando a que lo liberes para concederte la paternidad, y no una paternidad de ilusiones, sino una de verdad como la de Dios. (3) Dios comparte Su Paternidad contigo que eres Su Hijo, pues no hace distinción entre lo que Él es y lo que sigue siendo Él Mismo. (4) Lo que crea no está separado de Él, y no hay ningún lugar en el que el Padre acabe y el Hijo comience como algo separado.

L-pI.132.13. El mundo no existe porque es un pensamiento separado de Dios, concebido para separar al Padre del Hijo y segregar una parte de Dios Mismo, destruyendo de esta manera Su Completitud. 2 ¿Podría acaso ser real un mundo que emana de esta idea? 3 ¿Dónde se le podría encontrar? 4 Niega las ilusiones, pero acepta la verdad. 5 Niega que seas una sombra brevemente superpuesta sobre un mundo moribundo. (6) Libera tu mente y contemplarás un mundo liberado.

L-pI.132.14. Nuestro propósito hoy es liberar al mundo de todos los pensamientos vanos que hayamos tenido acerca de él y acerca de todos los seres vivos que vemos en él. 2 No pueden estar ahí 3 ni nosotros tampoco. 4 Pues nos encontramos, junto con todos ellos, en la morada que nuestro Padre creó para nosotros. 5 Y nosotros, que seguimos siendo tal como Él nos creó, queremos liberar hoy al mundo de cada una de nuestras ilusiones para así poder ser libres.

L-pI.132.15. Comienza cada una de las dos sesiones de quince minutos de práctica de hoy con lo siguiente:

(2) Yo, que sigo siendo tal como Dios me creó, quiero liberar al mundo de todo lo que alguna vez pensé que era. (3) Pues yo soy real porque el mundo no lo es, y quiero conocer mi propia realidad.

4 Luego simplemente descansa, alerta pero sin tensión, y permite que en la quietud se efectúe un cambio en tu mente, de manera que el mundo quede libre y tú junto con él.

L-pI.132.16. No es necesario que te des cuenta de que cuando envías estos pensamientos para bendecir al mundo, la curación les llega a muchos de tus hermanos en remotos lugares del mundo, así como a aquellos que ves a tu alrededor. 2 Y sentirás que te has liberado, aunque tal vez aún no comprendas del todo que nunca habrías podido ser liberado solo.

L-pI.132.17. Haz que la liberación que a lo largo del día envías a todo el mundo mediante tus ideas sea cada vez mayor, y siempre que sientas la tentación de negar el poder de este simple cambio de mentalidad, di:

(2) Libero al mundo de todo lo que alguna vez pensé que era y, en su lugar, elijo mi propia realidad.

LECCIÓN 97: Soy Espíritu.

L-pI.97.1. La idea de hoy te identifica a ti con tu único Ser. 2 No acepta una identidad dividida ni trata de formar una unidad entrelazando factores opuestos. 3 Simplemente declara la verdad. (4) Practica hoy esta verdad tan a menudo como puedas, pues extraerá a tu mente del conflicto y la llevará a los serenos campos de la paz. 5 Ni el más leve escalofrío de miedo se presentará, pues habrá sido absuelta de la locura al haber abandonado la ilusión de una identidad dividida.

L-pI.97.2. Volvemos a declarar la verdad acerca de tu Ser, el santo Hijo de Dios que mora en ti, Cuya mente ha sido restituida a la cordura. 2 Eres el Espíritu que ha sido amorosamente dotado de todo el Amor, la paz y la dicha de tu Padre. 3 Eres el Espíritu que completa a Dios Mismo y que comparte con Él Su función de Creador. (4) Él está siempre contigo, tal como tú estás con Él.

L-pI.97.3. Hoy trataremos de acercar todavía más la realidad a tu mente. (2) Cada vez que practicas, te vuelves cuando menos un poco más consciente, ahorrando en algunas ocasiones mil años o más. (3) Los minutos que dedicas se multiplican una y otra vez, pues el milagro hace uso del tiempo, pero no está regido por él. 4 La salvación es un milagro, el primero y el último; el primero que es el último, pues es uno.

L-pI.97.4. Eres el Espíritu en cuya mente mora el milagro en el que el tiempo se detiene; el milagro en el que un minuto que se dedique a la práctica de estas ideas se convierte en un lapso de tiempo ilimitado e infinito. 2 Da gustosamente, pues, estos minutos, y cuenta con Aquel que prometió infundirlos de intemporalidad. 3 Él respaldará cada pequeño esfuerzo que hagas con toda Su Fortaleza. 4 Concédele hoy los minutos que Él necesita para poder ayudarte a entender con Él que eres el Espíritu que mora en Él y que hace un llamamiento a todo ser vivo a través de Su Voz; el Espíritu que ofrece Su visión a todo aquel que se la pide y que reemplaza el error con la simple verdad.

L-pI.97.5. El Espíritu Santo se regocijará de tomar cinco minutos de cada hora de tu tiempo para llevarlos alrededor de este mundo afligido donde el dolor y la angustia parecen reinar. 2 No pasará por alto ni una sola mente receptiva que esté dispuesta a aceptar los dones de curación que esos minutos brindan, y los concederá allí donde Él sabe que han de ser bien recibidos. 3 Y su poder sanador aumentará cada vez que alguien los acepte como sus propios pensamientos y los use para curar.

L-pI.97.6. De esta manera, cada ofrenda que se Le haga se multiplicará miles de veces y decenas de miles más. 2 Y cuando te sea devuelta, sobrepasará en poderío la pequeña ofrenda que hiciste, en forma parecida a como el resplandor del sol es infinitamente más potente que el pequeño destello que emite la luciérnaga en un fugaz instante antes de apagarse. (3) El constante fulgor de esta luz permanecerá contigo, y te guiará más allá de las tinieblas y nunca podrás olvidar el camino otra vez.

L-pI.97.7. Comienza estos gratos ejercicios con las palabras que el Espíritu Santo te dice, y deja que su eco reverbere por todo el mundo a través de Él:

(2) Espíritu soy, un santo Hijo de Dios; libre de toda limitación, a salvo, sano y pleno. 3 Libre para perdonar y libre para salvar al mundo. (3) Expresado a través de ti, el Espíritu Santo aceptará este regalo que recibiste de Él, aumentará su poder y te lo devolverá.

L-pI.97.8. Ofrécele gustosamente hoy cada sesión de práctica. (2) Y Él te hablará, recordándote que eres Espíritu, uno con Él y con Dios, uno con tus hermanos y con tu Ser. 3 Escucha las garantías que te da cada vez que pronuncias las palabras que Él te ofrece hoy, y deja que le diga a tu mente que son verdad. (4) Utilízalas contra cualquier tentación, y evita las lamentables consecuencias que la tentación trae consigo si sucumbes a la creencia de que eres otra cosa. 5 El Espíritu Santo te brinda paz hoy. 6 Recibe Sus palabras y ofréceselas a Él.

LECCIÓN 87: Nuestro repaso de hoy abarcará estas ideas:

1. (73) Mi voluntad es que se haga la luz.

2 Hoy haré uso del poder de mi voluntad. (3) No es mi voluntad andar a tientas en la obscuridad, temeroso de las sombras y amedrentado por cosas invisibles e irreales. (4) La luz será mi guía hoy. 5 La seguiré allí donde me lleve y contemplaré únicamente lo que me muestre. (6) Éste será el día en que experimentaré la paz de la verdadera percepción. 2. Las siguientes variaciones de esta idea pueden ser útiles para las aplicaciones concretas: (2) Esto no puede ocultar la luz que es mi voluntad ver. (3) (Nombre), estás en la luz junto conmigo.

XI. La prueba de la verdad

T-14.XI.5. Existe una prueba—tan infalible como Dios—con la que puedes reconocer si lo que has aprendido es verdad. (2) Si en realidad no tienes miedo de nada, y si todos aquellos con los que estás o aquellos que simplemente piensen en ti comparten tu perfecta paz, entonces puedes estar seguro de que has aprendido la lección de Dios y no la tuya. (3) A menos que sea así, es que todavía quedan lecciones tenebrosas en tu mente que te hieren y te limitan, y que hieren y limitan a todos los que te rodean. (4) La ausencia de una paz perfecta sólo significa una cosa: crees que no quieres para el Hijo de Dios lo que su Padre dispone para él. 5 Toda lección tenebrosa enseña esto de una forma u otra. 6 Y cada lección luminosa con la que el Espíritu Santo reemplazará las lecciones tenebrosas que tú no aceptes, te enseñará que tu voluntad dispone lo mismo que la del Padre y la del Hijo.

T-14.XI.6. No te preocupes por cómo vas a aprender una lección tan diametralmente opuesta a todo lo que te has enseñado a ti mismo. 2 ¿Cómo ibas a poder saberlo? (3) Tu papel es muy simple. (4) Sólo tienes que reconocer que ya no deseas nada de lo que has aprendido. (5) Pide nuevas enseñanzas, y no te valgas de tus experiencias para confirmar lo que has aprendido. (6) Cuando de alguna manera tu paz se vea amenazada o perturbada, afirma lo siguiente:

(7) <<No conozco el significado de nada, incluido esto. 8 No sé, por lo tanto, cómo responder. 9 Mas no me valdré de lo que he aprendido en el pasado para que me sirva de guía ahora>>. (10) Cuando de este modo te niegues a tratar de enseñarte a ti mismo lo que no sabes, el Guía que Dios te ha dado te hablará. (11) Y ocupará el lugar que le corresponde en tu conciencia en el momento en que tú lo desocupes y se lo ofrezcas a Él.

L-pI.78.¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

L-pI.78.10. Recordaremos esto a lo largo del día, y asumiremos el papel que se nos ha asignado como parte del plan de Dios para la salvación y no del nuestro. (2) La tentación desaparece cuando permitimos que todo aquel que se cruza en nuestro camino sea nuestro salvador, rehusándonos a ocultar su luz tras la pantalla de nuestros resentimientos. 3 Permite que todo aquel con quien te encuentres, o en quien pienses o recuerdes del pasado, asuma el papel de salvador, de manera que lo puedas compartir con él. 4 Por ti y por él, así como por todos los que no ven, rogamos: (5) ¡Que los milagros reemplacen todos mis resentimientos!

VII. No busques fuera de ti mismo

T-29.VII.7. Olvidémonos del propósito que el pasado le ha conferido al mundo. (2) Pues, de otra manera, el futuro será como el pasado: una serie de sueños deprimentes, en los que todos los ídolos te irán fallando uno tras otro y donde verás muerte y desengaño por doquier.

II. El temor a sanar

T-27.II.4. El perdón no es real a menos que os brinde curación a tu hermano y a ti. (2) Debes dar testimonio de que sus pecados no tienen efecto alguno sobre ti para así demostrar que no son reales. (3) ¿De qué otra manera podría ser él inocente? 4 ¿Y cómo podría estar justificada su inocencia a menos que sus pecados carecieran de los efectos que confirmarían su culpabilidad? 5 Los pecados están más allá del perdón simplemente porque entrañarían efectos que no podrían cancelarse ni pasarse por alto completamente. (6) En el hecho de que puedan cancelarse radica la prueba de que son simplemente errores. (7) Permítete ser curado para que de este modo puedas perdonar y ofrecer salvación a tu hermano y ofrecértela a ti.

T-27.II.5. Un cuerpo enfermo demuestra que la mente no ha sanado. (2) Un milagro de curación prueba que la separación no tiene efectos. 3 Creerás en aquello que le quieras probar a tu hermano. (4) El poder de tu testimonio procede de tus creencias. (5) Y todo lo que dices, haces o piensas no hace sino dar testimonio de lo que le enseñas. (6) Tu cuerpo puede ser el medio para demostrarle que nunca ha sufrido por su causa. 7 Y al sanar puede ofrecerle un mudo testimonio de su inocencia. 8 Este testimonio es el que puede hablar con más elocuencia que mil lenguas juntas, 9 pues le prueba que ha sido perdonado.

EL DESEO DE SER ESPECIAL
Introducción

T-24.in.2. Aprender este curso requiere que estés dispuesto a cuestionar cada uno de los valores que abrigas. (2) Ni uno solo debe quedar oculto y encubierto, pues ello pondría en peligro tu aprendizaje. (3) Ninguna creencia es neutra. 4 Cada una de ellas tiene el poder de dictar cada decisión que tomas. 5 Pues una decisión es una conclusión basada en todo lo que crees. 6 Es el resultado de lo que se cree y emana de ello tal como el sufrimiento es la consecuencia inevitable de la culpa, y la libertad, de la falta de pecado. 7 La paz no tiene substitutos. 8 No hay alternativa para lo que Dios crea. 9 La verdad surge de lo que Él sabe. (10) Y así como toda la Creación surgió en Su Mente <<por razón>> de lo que Él sabe, del mismo modo tus decisiones proceden de tus creencias.

III. Cómo perdonar el deseo de ser especial

T-24.III.6. Perdona al Gran Creador del universo—la Fuente de la Vida, del Amor y la Santidad, el Padre perfecto de un Hijo perfecto—por tus ilusiones de ser especial. 2 He aquí el infierno que elegiste como tu hogar. (3) Él no eligió eso para ti. (4) No Le pidas que entre ahí. (5) El camino está cerrado al amor y a la salvación. 6 Pero si liberas a tu hermano de las profundidades del infierno, habrás perdonado a Aquel Cuya Voluntad es que descanses para siempre en los brazos de la paz, perfectamente a salvo y sin que la animosidad ni malicia de ningún pensamiento de ser especial perturbe tu descanso. (7) Perdona al Santísimo por no haber podido concederte el especialismo que tú entonces inventaste.

VIII. La visión de la impecabilidad

T-20.VIII.7. Los juicios no son sino juguetes, caprichos, instrumentos insensatos para jugar al juego fútil de la muerte en tu imaginación. 2 La visión, en cambio, enmienda todas las cosas y las pone dulcemente bajo el tierno dominio de las Leyes del Cielo. (3) ¿Qué pasaría si reconocieras que este mundo es tan sólo una alucinación? (4) ¿O si realmente entendieras que fuiste tú quien lo inventó? (5) ¿Y qué pasaría si te dieras cuenta de que los que parecen deambular por él, para pecar y morir, atacar, asesinar y destruirse a sí mismos son totalmente irreales? 6 ¿Podrías tener fe en lo que ves si aceptaras esto? 7 ¿Y lo verías?

T-20.VIII.8. Las alucinaciones desaparecen cuando se reconocen como lo que son. (2) Ésa es la cura y el remedio. (3) No creas en ellas, y desaparecen. (4) Lo único que necesitas reconocer es que todo ello es tu propia fabricación. (5) Una vez que aceptas este simple hecho y recuperas el poder que les habías otorgado, te liberas de ellas. 6 Pero de esto no hay duda: las alucinaciones tienen un propósito, mas cuando dejan de tenerlo, desaparecen. 7 La pregunta, por lo tanto, no es nunca si las deseas o no, sino si deseas el propósito que apoyan. 8 Este mundo parece tener muchos propósitos, todos ellos diferentes entre sí y con diferentes valores. 9 Sin embargo, son todos el mismo. 10 Una vez más, no hay grados, sino sólo una aparente jerarquía de valores.

T-20.VIII.9. Sólo dos propósitos son posibles: 2 el pecado y la santidad. 3 No existe nada entremedias, y el que elijas determinará lo que veas. 4 Pues lo que ves simplemente demuestra cómo has elegido alcanzar tu objetivo. 5 Las alucinaciones sirven para alcanzar el objetivo de la locura. 6 Son el medio a través del cual el mundo externo, proyectado desde dentro, se ajusta al pecado y parece dar fe de su realidad. 7 Aún sigue siendo cierto, no obstante, que no hay nada afuera. 8 Sin embargo, es sobre esta nada donde se lanzan todas las proyecciones. 9 Pues es la proyección la que le confiere a la “nada” todo el significado que parece tener.

II. La base del sueño

T-18.II.5. Los sueños te muestran que tienes el poder de construir un mundo a tu gusto, y que por el hecho de desearlo lo ves. 2 Y mientras lo ves no dudas de su realidad. 3 Mas he ahí un mundo, que aunque claramente existe sólo en tu mente, parece estar afuera. 4 No reaccionas ante él como si tú mismo lo hubieras construido, ni te das cuenta de que las emociones que el sueño suscita no pueden sino proceder de ti. 5 Los personajes del sueño y sus acciones parecen dar lugar al sueño. 6 No te das cuenta de que eres tú el que los hace actuar por ti, ya que si fueras tú el que actuase, la culpa no recaería sobre ellos y la ilusión de satisfacción desaparecería. 7 Estos hechos no son ambiguos en los sueños. 8 Pareces despertar, y el sueño desaparece. (9) Pero lo que no reconoces es que lo que dio origen al sueño no desapareció con él. (10) Tu deseo de construir otro mundo que no es real sigue vivo en ti. 11 Y pareces despertar a lo que no es sino otra forma de ese mismo mundo que viste en tus sueños. (12) Estás soñando continuamente. 13 Lo único que es diferente entre los sueños que tienes cuando duermes y los que tienes cuando estás despierto es la forma que adoptan, y eso es todo. (14) Su contenido es el mismo. 15 Constituyen tu protesta contra la realidad, y tu idea fija y demente de que la puedes cambiar. 16 En los sueños que tienes mientras estás despierto, la relación especial ocupa un lugar especial. 17 Es el medio con el que tratas de que los sueños que tienes mientras duermes se hagan realidad. 18 Desde la relación especial no puedes despertar, 19 ya que ésta representa tu resolución de mantenerte aferrado a la irrealidad y de impedirte a ti mismo despertar. (20) Y mientras le otorgues más valor a estar dormido que a estar despierto, no querrás despertar.

VII. El final de las ilusiones

T-16.VII.11. Busca y <<encuentra>> Su mensaje en el instante santo, en el que se perdonan todas las ilusiones. (2) Desde ahí el milagro se extiende para bendecir a todo el mundo y resolver todo problema, percíbase como grande o pequeño, como que puede ser resuelto o como que no. (3) No hay nada que no ceda ante Él y Su majestad. 4 Unirse en estrecha relación con el Él es aceptar todas las relaciones como reales, y gracias a su realidad, abandonar las ilusiones a cambio de la realidad de tu relación con Dios. 5 Alabada sea la relación que tienes con Él y ninguna otra. 6 La verdad reside en ella y no en ninguna otra parte. (7) Eliges esto o nada.

VIII. La única relación real

T-15.VIII.1. El instante santo no reemplaza tu necesidad de aprender, pues el Espíritu Santo no puede dejar de ser tu Maestro hasta que el instante santo se haya extendido mucho más allá del tiempo. 2 A fin de llevar a cabo Su tarea docente, el Espíritu Santo tiene que valerse de todo lo que hay en este mundo para tu liberación. (3) Tiene que aprovechar cualquier señal o indicación de que estás dispuesto a aprender de Él lo que es la verdad. (4) No se demora en utilizar cualquier cosa que le ofrezcas en favor de eso. (5) Su interés por ti y el cuidado que te profesa son ilimitados. 6 En vista del miedo que tienes del perdón, que Él percibe con la misma claridad con la que sabe que el perdón libera, te enseñará a recordar que el perdón no conlleva ninguna clase de pérdida, sino que, por el contrario, es tu salvación. (7) Y te enseñará asimismo que perdonando completamente, es decir, reconociendo que no hay nada que necesite ser perdonado, quedas completamente absuelto.

IX. El reflejo de la Santidad

T-14.IX.3. La verdad, simplemente por ser lo que es, te libera de todo lo que no es verdad. (2) La Expiación es tan dulce que basta con que la llames con un leve susurro para que todo Su poder acuda en tu ayuda y te preste apoyo. (3) Con Dios a tu lado no puedes ser débil. (4) Pero sin Él no eres nada. 5 La Expiación te ofrece a Dios. 6 El regalo que rechazaste Él lo conserva en tu interior. 7 El Espíritu Santo lo salvaguarda ahí para ti. 8 Dios no ha abandonado Su Altar, aunque Sus devotos hayan entronado a otros dioses en él. 9 El templo sigue siendo santo, pues la Presencia que mora dentro de él <<es>> la Santidad.

VII. Cómo compartir la percepción del Espíritu Santo

T-14.VII.6. El Espíritu Santo sólo te pide esto: que lleves ante Él todos los secretos que le hayas ocultado. (2) Ábrele todas las puertas y pídele que entre en la obscuridad y la desvanezca con Su luz. (3) Si lo invitas, Él entrará gustosamente. (4) Y llevará la luz a la obscuridad si le franqueas la entrada. 5 Pero no puede ver lo que mantienes oculto. 6 Él ve por ti, pero a menos que tú mires con Él, Él no puede ver. 7 La visión de Cristo no es sólo para Él, sino para Él junto contigo. 8 Llévale, por lo tanto, todos tus pensamientos tenebrosos y secretos, y contémplalos con Él. 9 Él abriga la luz y tú la obscuridad. 10 Ambas cosas no pueden coexistir cuando las contempláis juntos. 11 Su juicio prevalecerá, y Él te lo ofrecerá cuando unas tu percepción a la Suya.

T-14.VII.7. Uniéndote a Su manera de ver es como aprendes a compartir con Él la interpretación de la percepción que conduce al Conocimiento. (2) Por tu cuenta no puedes ver. (3) Compartir la percepción con Aquel que Dios te ha dado te enseña a reconocer lo que ves. 4 Es el reconocimiento de que ninguna cosa que ves significa nada por sí sola. 5 Ver con Él te mostrará que todo significado, incluyendo el tuyo, no procede de una visión doble, sino de la dulce fusión de todas las cosas en <<un>> solo significado, <<una>> sola emoción y <<un>> solo propósito 6 Dios tiene un solo propósito y lo comparte contigo. (7) La única visión que el Espíritu Santo te ofrece brindará esta unicidad a tu mente con una claridad y luminosidad tan intensas que por nada del mundo dejarías de aceptar lo que Dios quiere que tengas. 8 Contempla tu voluntad y acepta que es la Suya y que todo Su Amor es tuyo. 9 ¡Que todo honor se te rinda a ti a través del Espíritu Santo y, a través de Él, a Dios!

X. Tu liberación de la culpabilidad

T-13.X.5. Resuélvete, por consiguiente, a dejar de ser como has sido. 2 No te valgas de ninguna relación para aferrarte al pasado, sino que vuelve a nacer cada día con cada una de ellas. (3) Un minuto, o incluso menos, será suficiente para que te liberes del pasado y le entregues tu mente a la Expiación en paz. (4) Cuando les puedas dar la bienvenida a todos, tal como quisieras que tu Padre te la diese a ti, dejarás de ver culpabilidad en ti mismo. (5) Pues habrás aceptado la Expiación, la cual seguía refulgiendo en tu interior mientras soñabas con la culpa, si bien no la veías porque no buscabas dentro de ti.

T-12.I.4. No hay nada que te impida reconocer todas las peticiones de ayuda exactamente como lo que son, excepto tu imaginaria necesidad de atacar. 2 Esta necesidad es lo único que hace que estés dispuesto a entablar interminables “batallas” con la realidad, en las que niegas que la necesidad de curación sea real haciéndola irreal. 3 No harías eso si no fuera por el hecho de que no estás dispuesto a aceptar la realidad tal como es y, por consiguiente, te privas de ella.

VII. La condición de la realidad

T-11.VII.2. Todo pensamiento amoroso que el Hijo de Dios alguna vez haya tenido es eterno. (2) Los pensamientos amorosos que su mente percibe en este mundo constituyen la única realidad de éste. 3 Siguen siendo percepciones porque él todavía cree estar separado. 4 Mas son eternos porque son amorosos. 5 Y al ser amorosos son semejantes al Padre, por lo tanto, no pueden morir. 6 El mundo real ciertamente se puede percibir. (7) Lo único que se requiere es que estés dispuesto a no percibir nada más. 8 Pues si percibes tanto el bien como el mal, estarás aceptando lo falso y lo verdadero sin hacer una clara distinción entre ellos.

T-11.VII.3. El ego tal vez vea algo bueno, pero nunca ve sólo lo bueno. 2 Ésa es la razón de que sus percepciones sean tan variables. 3 No rechaza la bondad por completo, pues eso sería inaceptable para ti. (4) Pero siempre añade a lo real algo que no es real, confundiendo así la ilusión con la realidad. 5 Pues las percepciones no pueden ser parcialmente verdaderas. 6 Si crees tanto en la verdad como en la ilusión, no podrás saber cuál de ellas es cierta. (7) Para establecer tu propia autonomía trataste de crear de manera diferente de como crea tu Padre, creyendo que lo que hiciste podía ser distinto de Él. 8 No obstante, todo lo que es verdad <<es>> como Él. (9) Percibir únicamente el mundo real te conducirá al cielo real, porque te capacitará para comprenderlo.

IV. La ilusión de amor en contraposición a la realidad del amor

T-16.IV.10. El puente que conduce a la unión contigo mismo conduce <<inevitablemente>> al Conocimiento, pues fue construido con Dios a tu lado, y te conducirá directamente hasta Aquel en Quien reside tu compleción, la cual es completamente compatible con la Suya. (2) Cada ilusión que aceptas en tu mente considerando que es alcanzable, invalida tu propia sensación de compleción y, de esa forma, niega la Plenitud de tu Padre. (3) Cada fantasía, ya sea de amor o de odio, te priva del Conocimiento, pues las fantasías son el velo tras el cual la verdad yace oculta. 4 Lo único que necesitas para descorrer ese velo que tan negro y tupido parece, es valorar la verdad por encima de cualquier fantasía y no estar dispuesto en modo alguno a conformarte con ilusiones en lugar de la verdad.

XI La prueba de la verdad

T-14.XI.3. La Expiación te enseña cómo escapar para siempre de todo lo que te has enseñado a ti mismo en el pasado, al mostrarte únicamente lo que eres <<ahora>>. 2 El aprendizaje tiene lugar antes de que sus efectos se pongan de manifiesto. 3 Por lo tanto, es algo propio del pasado, pero su influencia determina el presente al darle a éste el significado que tiene para ti. 4 <<Tu>> aprendizaje, no obstante, no le aporta al presente significado alguno. 5 Nada que hayas aprendido te puede ayudar a entender el presente o enseñarte a des-hacer el pasado. 6 Tu pasado es lo que tú te has enseñado a ti mismo. 7 <<Renuncia a él completamente>>. 8 No trates de entender ningún acontecimiento, ningún hermano ni ninguna cosa bajo su “luz”, pues la obscuridad en la que tratarías de ver tan sólo empañaría lo que vieses. 9 No confíes en que la obscuridad pueda jamás iluminar tu entendimiento, pues si lo haces estarás contradiciendo la luz y, por lo tanto, creerás que puedes ver la obscuridad. 10 La obscuridad, no obstante, no se puede ver, pues no es más que un estado en el que es imposible ver.

IX. La nube de culpabilidad

T-13.IX.7. La culpabilidad te ciega, pues no podrás ver la luz mientras sigas viendo una sola mancha de culpa dentro de ti. 2 Y al proyectarla, el mundo te parecerá tenebroso y estar envuelto en ella. 3 Arrojas un obscuro velo sobre él y esto te impide verlo porque no puedes mirar en tu interior. (4) Tienes miedo de lo que verías, pero lo que temes ver no está ahí. 5 <<Aquello de lo que tienes miedo ha desaparecido>>. 6 Si mirases en tu interior, verías solamente la Expiación, resplandeciendo serenamente y en paz sobre el Altar a tu Padre.

VII. Introspección

T-12.VII.7. Dije anteriormente que lo que proyectas o extiendes depende de ti, pero tienes que hacer una u otra cosa, ya que ello es una ley de la mente, y antes de mirar afuera tienes que mirar adentro. (2) Al mirar adentro eliges al guía cuya visión deseas compartir. 3 Y luego miras afuera y contemplas sus testigos. 4 Por eso es por lo que siempre encuentras lo que buscas. 5 Lo que desees para ti es lo que manifestarás, y lo aceptarás del mundo porque al desearlo lo ubicaste en él. (6) Cuando crees que estás proyectando lo que no deseas, es porque <<todavía>> lo deseas. 7 Esto conduce directamente a la disociación, puesto que representa la aceptación de dos objetivos, cada uno de los cuales se percibe en un lugar diferente y separado del otro porque hiciste que fueran diferentes. 8 La mente ve entonces un mundo dividido fuera de sí misma, pero no dentro de ella. 9 Esto le da una ilusión de integridad y le permite creer que está yendo en pos de un solo objetivo. (10) Sin embargo, mientras sigas percibiendo un mundo dividido, no habrás sanado. 11 Pues haber sanado es ir en pos de un solo objetivo, al haber aceptado sólo uno y no desear más que uno solo. 

T-12.VII.8. Cuando lo único que desees sea amor no verás nada más. 2 La naturaleza contradictoria de los testigos que percibes es sencillamente el reflejo de tus invitaciones conflictivas. 3 Has mirado en tu mente y has aceptado que en ella hay oposición al haberla buscado allí. 4 Mas no creas entonces que los testigos de la oposición son verdaderos, ya que sólo dan testimonio de tu decisión acerca de la realidad y te devuelven los mensajes que tú les diste. (5) El amor, asimismo, se reconoce por sus mensajeros. (6) Si manifiestas amor, sus mensajeros vendrán a ti porque los invitaste.

IV. La herencia del Hijo de Dios

T-11.IV.5 Si tus hermanos forman parte de ti y los culpas por tu privación, te estás culpando a ti mismo. 2 Y no puedes culparte a ti mismo sin culparlos a ellos. 3 Por eso es por lo que la culpa se tiene que des-hacer y no verse en otra parte. (4) Échate a ti mismo la culpa y no te podrás conocer, pues sólo el ego culpa. 5 Culparse uno a sí mismo es, por lo tanto, identificarse con el ego, y es una de sus defensas tal como culpar a los demás lo es. (6) <<No puedes llegar a estar en Presencia de Dios si atacas a Su Hijo>>. 7 Cuando Su Hijo alce su voz en alabanza de su Creador, oirá la Voz que habla por su Padre. 8 Mas el Creador no puede ser alabado sin Su Hijo, pues Ambos comparten la Gloria y a Ambos se les glorifica juntos.

II. La impecabilidad de tu hermano

T-22.II.4. La razón te diría que la única manera de escaparte del sufrimiento es reconociéndolo y <<tomando el camino opuesto>>. 2 Toda verdad es lo mismo y todo sufrimiento es lo mismo también, pero ambos son diferentes entre sí desde cualquier punto de vista, en toda circunstancia y sin excepción. 3 Creer que puede haber una sola excepción es confundir lo que es lo mismo con lo que es diferente. (4) Una sola ilusión que se atesore y se defienda contra la verdad, priva a ésta de todo significado y le otorga realidad a las ilusiones. 5 Tal es el poder de las creencias, 6 las cuales son incapaces de transigir. 7 Y la fe en la inocencia sería fe en el pecado si cualquiera de ellas excluyera un solo ser vivo y le negara la bendición de su perdón.

IV. La única Respuesta

T-6.IV.3. No podrás entender el conflicto hasta que entiendas plenamente el hecho fundamental de que el ego no sabe nada. (2) El Espíritu Santo no es el que habla primero, <<pero siempre contesta.>> (3) Todo el mundo en un momento u otro ha acudido a Él para de una u otra forma obtener ayuda, y Él ha contestado. 4 Puesto que el Espíritu Santo responde de verdad, responde para siempre, lo cual quiere decir que todo el mundo dispone de la respuesta <<ahora mismo.>>

IV. Enseñanza y curación

T-5.IV.4. Yo oí una sola Voz porque comprendí que era imposible que pudiera expiar únicamente para mí mismo. (2) Escuchar una sola Voz implica que has decidido compartirla para así tú mismo poder oírla. 3 La Mente que estaba en mí todavía se siente irresistiblemente atraída hacia todas las mentes creadas por Dios porque la Plenitud de Dios es la plenitud de Su Hijo. 4 Nada puede hacerte daño, y no debes mostrarle a tu hermano nada que no sea tu plenitud. (5) Muéstrale que él no puede hacerte daño y que no le guardas rencor, pues, de lo contrario, te estarás guardando rencor a ti mismo. 6 Ése es el significado de: “Ofrécele también la otra mejilla”.

II. El ego y la falsa autonomía

T-4.II.11. No se puede hacer demasiado hincapié en el hecho de que corregir la percepción es simplemente un expediente temporal. 2 Dicha corrección es necesaria únicamente porque la percepción falsa es un obstáculo para el Conocimiento, mientras que la percepción fidedigna es un trampolín hacia él. (3) El valor de la percepción correcta reside en la conclusión inevitable de que <<toda>> percepción es innecesaria. (4) Esto elimina el obstáculo por completo. 5 Te preguntarás cómo puede ser posible esto mientras parezca que vives en este mundo. 6 Ésa es una pregunta razonable. 7 No obstante, tienes que asegurarte de que realmente entiendes lo que estás preguntando. (8) ¿Quién es el “tú” que vive en este mundo? 9 El Espíritu es inmortal y la inmortalidad es un estado permanente. 10 El Espíritu es tan verdadero ahora como siempre lo fue y lo será siempre, ya que no entraña cambios de ninguna clase. 11 No es un continuo ni se puede entender tampoco comparándolo con un opuesto. 12 El Conocimiento nunca admite comparaciones. 13 En eso estriba su diferencia principal con respecto a cualquier otra cosa que la mente pueda comprender.

I. La enseñanza y el aprendizaje correctos

T-3.I.10. El ego tiene miedo del gozo del Espíritu porque una vez que lo hayas experimentado dejarás de proteger y de atribuirle valor al miedo. (2) Le atribuyes gran valor ahora porque el miedo es un testigo de la separación y tu ego se regocija cuando das testimonio de ella. (3) ¡Repúdialo! (4) No le escuches ni lo ampares. 5 Escucha únicamente a Dios, Quien es tan incapaz de engañar como lo es el Espíritu que Él creó. (6) Libérate y libera a otros. 7 No les ofrezcas a los demás una imagen de ti mismo falsa e indigna ni tampoco aceptes una imagen similar de ellos.

V. El pequeño obstáculo

T-26.V.11. El Hijo que Dios creó sigue siendo tan libre como Dios lo creó. (2) Renació en el mismo instante en que eligió morir en vez de vivir. (3) ¿Y te negarías ahora a perdonarlo porque cometió un error en un pasado que Dios ni siquiera recuerda y que no existe? 4 Estás ahora oscilando entre el pasado y el presente. 5 A veces el pasado te parece real, como si <<fuera>> el presente. 6 Oyes voces del pasado y luego dudas de haberlas oído. 7 Eres como alguien que aún tiene alucinaciones, pero que no está seguro de lo que percibe. 8 Ésta es la zona fronteriza entre los dos mundos, el puente entre el pasado y el presente. 9 Aquí todavía ronda la sombra del pasado; sin embargo, se vislumbra ya la luz del presente. 10 Una vez que esta luz se ve, es imposible olvidarse de ella. (11) Y esa luz te rescatará del pasado y te conducirá al presente, donde realmente te encuentras.

T-26.V.12. Las sombrías voces no alteran las leyes del tiempo ni las de la eternidad. (2) Proceden de lo que ya pasó y dejó de ser, y no suponen ningún obstáculo para la verdadera existencia del aquí y del ahora. (3) El mundo real es la contrapartida a la alucinación de que el tiempo y la muerte son reales y de que tienen una existencia que puede ser percibida. (4) Esta terrible ilusión fue negada en el mismo lapso de tiempo que Dios tardó en responder a ella para siempre y en toda circunstancia. (5) Y entonces desapareció y dejó de experimentarse como algo que estaba ahí.

IX. El reflejo de la Santidad

T-14.IX.1. La Expiación no te hace santo. (2) Fuiste creado santo. (3) La Expiación lleva simplemente lo que no es santo ante la Santidad; o lo que inventaste ante lo que eres. (4) Llevar ilusiones ante la verdad o el ego ante Dios es la única función del Espíritu Santo. (5) No trates de ocultarle al Padre lo que has hecho, pues ocultarlo te ha costado no conocerte a ti mismo ni conocerlo a Él. 6 El Conocimiento está a salvo, mas ¿qué seguridad tienes aparte de é? (7) La invención del tiempo para que ocupara el lugar de lo eterno se basó en tu decisión de no ser como eres. 8 De esta manera, la verdad pasó a ser el pasado, y el presente se consagró a las ilusiones. 9 El pasado fue alterado también y se interpuso entre lo que siempre ha sido y el ahora. 10 El pasado que tú recuerdas jamás tuvo lugar, y no representa sino la negación de lo que siempre ha sido.

VIII. El problema y la respuesta

T-11.VIII.1. Este curso es muy simple. 2 Quizá pienses que no necesitas un curso que en última instancia enseña que sólo la realidad es verdad. 3 Pero ¿crees realmente esto? 4 Cuando percibas el mundo real, reconocerás que no lo creías. 5 Mas la rapidez con la que tu nueva y única percepción real se convertirá en conocimiento no te dejará más que un instante en el que darte cuenta de que solamente eso es verdad. 6 Y luego todo lo que inventaste pasará al olvido, lo bueno y lo malo, lo falso y lo verdadero. 7 Pues cuando el Cielo y la tierra se vuelvan uno dejarás de ver incluso el mundo real. 8 El mundo no acabará destruido, sino que se convertirá en el Cielo. (9) Lo que constituye la reinterpretación del mundo es la transferencia de toda percepción a Conocimiento.

T-11.VIII.2. La Biblia dice que os volváis como niños. 2 Los niños reconocen que no entienden lo que perciben, por lo tanto, preguntan cuál es su significado. 3 No cometas la equivocación de creer que entiendes lo que percibes, pues su significado se te escapa. 4 Mas el Espíritu Santo ha preservado su significado para ti, y si le permites que lo interprete, Él te devolverá lo que tú despreciaste. 5 Sin embargo, mientras creas que sabes cuál es el significado de lo que percibes, no verás la necesidad de preguntárselo a Él.

T-11.VIII.3. No sabes cuál es el significado de nada de lo que percibes. 2 Ni uno solo de los pensamientos que albergas es completamente verdadero. 3 Reconocer esto sienta las bases para un buen comienzo. 4 No es que estés desencaminado, es que no has aceptado ninguna guía. 5 Tu mayor necesidad es aprender a percibir, pues no entiendes nada. 6 Reconoce esto, pero no lo aceptes, pues el entendimiento es tu herencia. 7 Las percepciones son algo que se aprende y ya dispones de un Maestro. 8 Mas para estar dispuesto a aprender de Él tienes que estar dispuesto a poner en duda todo lo que aprendiste por tu cuenta, pues tú que no te enseñaste a ti mismo bien no deberías ser tu propio maestro.

T-31.IV.2. La verdadera elección no es algo ilusorio. 2 Mas el mundo no la puede ofrecer. (3) Todos sus caminos no hacen sino conducir a la desilusión, a la nada y a la muerte. (4) Sus alternativas no constituyen una verdadera elección. 5 No intentes escaparte de tus problemas aquí, 6 pues el mundo fue concebido precisamente para que <<no>> se pudiese escapar de ellos. 7 No te dejes engañar por los diferentes nombres que se les han dado a sus caminos. 8 Todos tienen la misma finalidad. 9 Y cada uno es tan sólo un medio para alcanzar ese fin, pues es ahí adonde todos ellos conducen, por muy diferentes que parezcan ser sus orígenes y por muy diferentes que parezcan ser sus trayectorias. 10 Su final es inescapable, pues no hay elección posible entre ellos. 11 Todos te conducen a la muerte. (12) Recorrerás algunos de ellos felizmente por algún tiempo antes de que comience la amargura. (13) Mas por otros, las espinas se dejarán sentir de inmediato. 14 La elección no es cuál ha de ser el final, sino cuándo va a llegar.

Capítulo 28

EL DES-HACIMIENTO DEL MIEDO
I. El recuerdo del presente

T-28.I.1. El milagro no hace nada. 2 Lo único que hace es des-hacer. 3 Y de este modo, cancela la interferencia a lo que se ha hecho. 4 No añade nada, sino que simplemente elimina. 5 Y lo que elimina hace mucho que desapareció, pero puesto que se conserva en la memoria, sus efectos parecen estar teniendo lugar ahora. 6 Hace mucho que este mundo desapareció. (7) Los pensamientos que lo originaron ya no se encuentran en la mente que los concibió y los amó por un breve lapso de tiempo. (8) El milagro no hace sino mostrar que el pasado ya pasó y que lo que realmente ya pasó no puede tener efectos. 9 Recordar la causa de algo tan sólo puede dar lugar a ilusiones de su presencia, pero no puede producir efectos.

V. El pequeño obstáculo

T-26.V.13. Cada día, y cada minuto de cada día, y en cada instante de cada minuto, no haces sino revivir ese instante en el que la hora del terror ocupó el lugar del amor. (2) Y así mueres cada día para vivir otra vez, hasta que cruces la brecha entre el pasado y el presente, la cual en realidad no existe. (3) Esto es lo que es toda vida: un aparente intervalo entre nacimiento y muerte y de nuevo a la vida; la repetición de un instante que hace mucho que desapareció y que no puede ser revivido. 4 Y el tiempo no es otra cosa que la creencia demente de que lo que ya pasó todavía está aquí y ahora.
III. La decisión en favor de la inocencia

T-14.III.4. Cada día, cada hora y cada minuto e incluso cada segundo, estás decidiendo entre la crucifixión y la resurrección; entre el ego y el Espíritu Santo. 2 El ego es la elección en favor de la culpabilidad; el Espíritu Santo, la elección en favor de la inocencia. 3 De lo único que dispones es del poder de decidir. 4 Aquello entre lo que puedes elegir ya se ha fijado porque aparte de la verdad y de la ilusión no hay más alternativas. 5 Ni la verdad ni la ilusión traspasan los límites la una de la otra, ya que son alternativas irreconciliables entre sí y ambas no pueden ser verdad. 6 Eres culpable o inocente, prisionero o libre, infeliz o feliz.

V. El uso que el ego hace de la culpabilidad

T-5.V.6. El ego no puede oponerse a las Leyes de Dios de la misma manera en que tú tampoco puedes hacerlo, pero puede interpretarlas de acuerdo con lo que desea, al igual que tú. (2) Por eso es preciso que contestes la pregunta: “¿Qué es lo que quiero?” (3) La contestas cada minuto y cada segundo, y cada decisión que tomas es un juicio que no puede por menos que tener consecuencias. (4) Y éstas continuarán repitiéndose automáticamente hasta que tomes otra decisión. 5 Recuerda, no obstante, que las alternativas en sí son inalterables. (6) El Espíritu Santo, al igual que el ego, es una elección que uno hace. (7) Ambos constituyen las únicas alternativas que la mente puede aceptar y obedecer. (8) El Espíritu Santo y el ego son las únicas opciones que tienes. 9 Dios creó Una de ellas, por lo tanto, no puedes des-hacerla. 10 La otra la inventaste tú, por lo tanto, puedes. 11 Sólo lo que Dios crea es irreversible e inmutable. 12 Lo que tú has fabricado siempre se puede cambiar porque cuando no piensas como Dios en realidad no estás pensando en absoluto. 13 Las ideas ilusorias no son pensamientos reales, si bien puedes creer en ellas. 14 Pero eso es un error. 15 La función del pensamiento procede de Dios y reside en Dios. (16) Puesto que formas parte de Su Pensamiento, <<no puedes>> pensar separado de Él.

VI. La aceptación de tu hermano

T-9.VI.6. Los milagros no tienen cabida en la eternidad porque son reparadores. 2 Sin embargo, mientras aún necesites curación, tus milagros son los únicos testigos de tu realidad que puedes reconocer. (3) No puedes obrar un milagro para ti mismo porque los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla. 4 En el tiempo, dar ocurre primero, pero en la eternidad, donde no pueden estar separados, dar y recibir ocurren simultáneamente. (5) Cuando hayas aprendido que dar es lo mismo que recibir, ya no habrá necesidad de tiempo.

I. La invitación al Espíritu Santo

T-5.I.6. Dios honró incluso las creaciones falsas de Sus Hijos porque ellos las habían hecho. 2 Pero también bendijo a Sus Hijos con una manera de pensar que fuera capaz de elevar sus percepciones a tal altura, que casi pudieran llegar hasta Él. (3) El Espíritu Santo es la Mente de la Expiación. (4) Representa un estado mental lo suficientemente próximo a la Mentalidad-Uno como para que la transferencia a ella sea finalmente posible. 5 La percepción no es conocimiento, pero puede ser transferida al Conocimiento o cruzar hasta él. 6 Tal vez sea más útil en este caso utilizar el significado literal de la palabra “transferida”, es decir, “transportada”, puesto que el último paso es Dios Quien lo da.

IV. Cómo escapar de la obscuridad

T-1.IV.4. El vacío que el miedo engendra tiene que ser substituido por el perdón. 2 Eso es lo que la Biblia quiere decir con “Ya no habrá muerte”, y por lo que yo pude demostrar que la muerte no existe. 3 Vine a dar cumplimiento a la Ley al reinterpretarla. 4 La Ley en sí, si se entiende correctamente, sólo ofrece protección. 5 Son los que aún no han cambiado su manera de pensar quienes han introducido en la Ley la idea de “las llamas del infierno”. 6 Te aseguro que daré testimonio a través de todo aquel que me lo permita y en la medida en que me lo permita. 7 Aquello de lo que das fe demuestra tus creencias y, de esta manera, las refuerza. 8 Aquellos que dan testimonio de mí están expresando, por medio de los milagros que obran, que han dejado de creer en la carencia en favor de la abundancia que han aprendido les pertenece.

B. El segundo obstáculo: La creencia de que el cuerpo es valioso por razón de lo que ofrece

3. A los mensajeros del Espíritu Santo se les envía mucho más allá del cuerpo, para que exhorten a la mente a unirse en santa comunión y a estar en paz. 2 Tal es el mensaje que yo les di para ti. 3 Sólo los mensajeros del miedo ven el cuerpo, pues van en busca de lo que puede sufrir. 4 ¿Es acaso un sacrificio que se le aparte a uno de lo que puede sufrir? (5) El Espíritu Santo no te exige que sacrifiques la esperanza de obtener placer a través del cuerpo, pues no <<hay>> esperanza alguna de que el cuerpo te pueda proporcionar placer. 6 Pero tampoco puede hacer que tengas miedo del dolor. 7 El dolor es el único “sacrificio” que el Espíritu Santo te pide y lo que <<quiere>> eliminar.

III. El miedo a la redención

T-13.III.1. Tal vez te preguntes por qué es tan crucial que observes tu odio y te des cuenta de su magnitud. (2) Puede que también pienses que al Espíritu Santo le sería muy fácil mostrártelo y desvanecerlo, sin que tú tuvieras necesidad de traerlo a la conciencia. (3) Hay, no obstante, un obstáculo adicional que has interpuesto entre la Expiación y tú. (4) Hemos dicho que nadie toleraría el miedo si lo reconociera. (5) Pero en tu trastornado estado mental no le tienes miedo al miedo. (6) No te gusta, pero tu deseo de atacar no es lo que realmente te asusta. (7) Tu hostilidad no te perturba seriamente. (8) La mantienes oculta porque tienes aún más miedo de lo que encubre. (9) Podrías examinar incluso la piedra angular más tenebrosa del ego sin miedo si no creyeses que, sin el ego, encontrarías dentro de ti algo de lo que todavía tienes más miedo. (10) No es de la crucifixión de lo que realmente tienes miedo. (11) Lo que verdaderamente te aterra es la redención.

T-13.III.2. Bajo los tenebrosos cimientos del ego yace el recuerdo de Dios, y de eso es de lo que realmente tienes miedo. (2) Pues este recuerdo te restituiría instantáneamente al lugar donde te corresponde estar, del cual te has querido marchar. (3) El miedo al ataque no es nada en comparación con el miedo que le tienes al amor. (4) Estarías dispuesto incluso a examinar tu salvaje deseo de dar muerte al Hijo de Dios, si pensases que eso te podría salvar del amor. (5) Pues este deseo causó la separación, y lo has protegido porque no quieres que ésta cese. (6) Te das cuenta de que al despejar la tenebrosa nube que lo oculta, el amor por tu Padre te impulsaría a contestar Su Llamada y a llegar al Cielo de un salto. (7) Crees que el ataque es la salvación porque el ataque impide que eso ocurra. (8) Pues subyacente a los cimientos del ego, y mucho más fuerte de lo que éste pueda ser jamás, se encuentra tu intenso y ardiente amor por Dios y el Suyo por ti. (9) Esto es lo que realmente quieres ocultar.

T-13.III.6. Tienes que mirar de frente a tus ilusiones y no seguir ocultándolas, pues no descansan sobre sus propios cimientos.

T-13.III.7. (5) No permitas que ningún vestigio de dolor permanezca oculto de Su luz, y escudriña tu mente con gran minuciosidad en busca de cualquier pensamiento que tengas miedo de revelar. (6) Pues Él sanará cada pensamiento insignificante que hayas conservado con el propósito de herirte a ti mismo, lo expurgará de su pequeñez y lo restituirá a la Grandeza de Dios.

II. La decisión de olvidar

T-10.II.2. Sin embargo, renunciar a tu disociación de la realidad trae consigo algo más que una mera ausencia de miedo. (2) En esa decisión radica la dicha, la paz y la gloria de la Creación. (3) Ofrécele al Espíritu Santo únicamente tu voluntad de estar dispuesto a recordar, pues Él ha conservado para ti el conocimiento de Dios y de ti mismo, y sólo espera a que lo aceptes. (4) Abandona gustosamente todo aquello que pueda demorar la llegada de ese recuerdo, pues Dios se encuentra en tu memoria. (5) Su Voz te dirá que eres parte de Él cuando estés dispuesto a recordarle y a conocer tu realidad nuevamente. (6) No permitas que nada en este mundo demore el que recuerdes a Dios, pues en ese recordar radica el conocimiento de ti mismo.

[L-pI.71] Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito.

L-pI.71.10 Durante las sesiones de práctica cortas repite con frecuencia que el plan de Dios para tu salvación, y solamente el Suyo, tendrá éxito. Mantente alerta hoy para no caer en la tentación de abrigar resentimientos, y responde a esas tentaciones con esta variación de la idea de hoy: Abrigar resentimientos es lo opuesto al plan de Dios para la salvación.
Y únicamente Su plan tendrá éxito.
Trata de recordar la idea de hoy unas seis o siete veces por hora. No puede haber mejor manera de pasar medio minuto, o menos, que recordando la Fuente de tu salvación y viéndola allí donde se encuentra.

[L-pII.11] ¿Qué es la Creación?

L-pII.11.4 Nosotros, los Hijos de Dios, somos la creación. Parecemos estar separados y no ser conscientes de nuestra eterna unidad con Él. Sin embargo, tras todas nuestras dudas y más allá de todos nuestros temores, todavía hay certeza, pues el Amor jamás abandona Sus Pensamientos, y ellos comparten Su certeza. El recuerdo de Dios se encuentra en nuestras mentes santas, que son conscientes de su unicidad y de su unión con su Creador. Que nuestra función sea únicamente permitir el retorno de este recuerdo y que Su Voluntad se haga en la tierra, así como que se nos restituya nuestra cordura y ser solamente tal como Dios nos creó.

[L-pI.134] Quiero percibir el perdón tal como es.


L-pI.134.14 Hoy vamos a practicar el verdadero perdón, para que el momento de la unión no se demore más. Pues deseamos encontrarnos con nuestra realidad en libertad y en paz. Nuestras prácticas se convierten en las pisadas que alumbran el camino a todos nuestros hermanos, quienes nos seguirán a la realidad que compartimos con ellos. A tal efecto, dediquemos hoy un cuarto de hora en dos ocasiones a pasarlo con el Guía que entiende el significado del perdón y que nos fue enviado para enseñárnoslo: Pidámosle: Permítaseme poder percibir el perdón tal como es.

VII. Causa y efecto

T-2.VII.2. No puedo permitir que dejes de vigilar a tu mente, ya que de otro modo no podrías ayudarme. Obrar milagros requiere el que uno se dé cuenta plenamente del poder de los pensamientos a fin de evitar las creaciones falsas.

[L-pII.258] Que recuerde que Dios es mi objetivo.

L-pII.258.1. Lo único que necesitamos hacer es entrenar nuestras mentes a pasar por alto todos los objetivos triviales e insensatos, y a recordar que Dios es nuestro objetivo. Su recuerdo se encuentra oculto en nuestras mentes, eclipsado tan sólo por nuestras absurdas e insignificantes metas, que no nos deparan nada y que ni siquiera existen. ¿Vamos acaso a continuar permitiendo que la gracia de Dios siga brillando inadvertida, mientras nosotros preferimos ir en pos de los juguetes y las baratijas del mundo? Dios es nuestro único objetivo, nuestro único Amor. No tenemos otro propósito que recordarle.

L-pII.258.2. No tenemos otro objetivo que seguir el camino que conduce a Ti. Ése es nuestro único objetivo. ¿Qué podríamos desear sino recordarte? ¿ Qué otra cosa podemos buscar sino nuestra Identidad?

T-19.IV.D.11. Hacerle frente al temor a Dios requiere cierta preparación. Sólo los cuerdos pueden mirar de frente a la absoluta demencia y a la locura delirante con piedad y compasión, pero sin miedo. Pues sólo les podría parecer temible si la comparten, y tú la compartes mientras no contemples a tu hermano con perfecta fe, con perfecto amor y con perfecta ternura. Mientras no lo perdones completamente, tú sigues sin ser perdonado. Tienes miedo de Dios porque tienes miedo de tu hermano. Temes a los que no perdonas. Y nadie alcanza el amor con el miedo a su lado.

O-3.I.2. La falta de perdón del Hijo de Dios es la causa del cuerpo. (2) No ha abandonado su fuente, y esto queda claramente demostrado por su dolor y envejecimiento, y por la marca de la muerte que pesa sobre sí. (3) El cuerpo les parece temeroso y frágil a quienes piensan que sus vidas están bajo su mandato y vinculadas a su inestable y nimio aliento. (4) La muerte los contempla conforme cada momento que pasa se escapa irrevocablemente de sus avariciosas manos, las cuales no los pueden retener. (5) Y sienten miedo cuando se producen cambios en sus cuerpos y éstos enferman. (6) Pues sienten el fuerte hedor de la muerte en sus corazones.

T-8.IX.4. La manera en que te despiertas indica cómo usaste el tiempo que pasaste durmiendo. 2 ¿A quién se lo ofreciste? 3 ¿Bajo qué maestro lo pusiste? 4 Siempre que te despiertas desanimado es que no se lo ofreciste al Espíritu Santo. 5 Sólo cuando te despiertas feliz utilizaste el tiempo que pasaste durmiendo en armonía con Su propósito.