Principio 44

Los milagros son expresiones de una consciencia interna de Cristo y de haber aceptado Su Expiación.


Podemos decir que el milagro nos une con alguien de quien nos hemos separado. Esto refleja la idea de que somos uno en Cristo, y esto corrige el error de creer que estamos separados. Aceptar la Expiación de Cristo es aceptar este principio de ser uno con El. Aquí vemos, una vez más, la idea de que el milagro es la expresión de Cristo, no la consciencia en sí. Esto es lo mismo que discutimos antes—que el milagro es un reflejo de la verdad, no la verdad misma. Aún existe y tiene sentido sólo en el mundo de la ilusión.