El Inicio de la Separación

Capítulo 13
EL MUNDO INOCENTE
Introducción
T-13.in.2

La aceptación de la culpabilidad
en la mente del Hijo de Dios fue el comienzo de la separación, de la misma manera en que la aceptación de la Expiación es su final.


El mundo que ves es el sistema ilusorio de aquellos a quienes la culpabilidad ha enloquecido.

Contempla detenidamente este mundo y te darás cuenta de que así es. Pues este mundo es el símbolo del castigo, y todas las leyes que parecen regirlo son las leyes de la muerte.


Ni uno solo de ellos ha podido dejar de creer que Dios es cruel.

III. El miedo a la redención

T-13.III.10. Tú que prefieres la separación a la cordura no puedes hacer que haya separación en tu mente recta. (2) Estabas en paz hasta que pediste un favor especial. (3) Dios no te lo concedió, pues lo que pedías era algo ajeno a Él, y tú no podías pedirle eso a un Padre que realmente amase a Su Hijo. (4) Por lo tanto, hiciste de Él un padre no amoroso al exigir de Él lo que sólo un padre no amoroso podía dar. (5) Y la paz del Hijo de Dios quedó destruida, pues ya no podía entender a su Padre. (6) Tuvo miedo de lo que había hecho, pero tuvo todavía más miedo de su verdadero padre, al haber atacado su gloriosa igualdad con Él.

VIII. El “héroe” del sueño

T-27.VIII.6. Devolvámosle al soñador el sueño del que se desprendió, el cual él percibe como algo que le es ajeno y que se le está haciendo a él. (2) Una diminuta y alocada idea, de la que el Hijo de Dios olvidó reírse, se adentró en la eternidad, donde todo es uno. 3 A causa de su olvido ese pensamiento se convirtió en una idea seria, capaz de lograr algo, así como de producir efectos “reales”. (4) Juntos podemos hacer desaparecer ambas cosas riéndonos de ellas, y darnos cuenta de que el tiempo no puede afectar a la eternidad. 5 Es motivo de risa pensar que el tiempo pudiese llegar a circunscribir a la eternidad, cuando lo que ésta <<significa>> es que el tiempo no existe.