Vacia tu Mente

LA SIMPLICIDAD DE LA SALVACIÓN
Olvídate de este mundo



T/31-I.12:1-4 Permanezcamos muy quedos por un instante y olvidémonos de todas las cosas que hayamos aprendido, de todos los pensamientos que hayamos abrigado y de todas las ideas preconcebidas que tengamos acerca de lo que las cosas significan y de cuál es su propósito.


Olvidémonos de nuestras propias ideas acerca del propósito del mundo, pues no lo sabemos. 

Dejemos que toda imagen que tengamos acerca de cualquier persona se desprenda de nuestras mentes y desaparezca. [texto - pag. 730]


Niega que seas una sombra superpuesta brevemente sobre un mundo moribundo. Libera a tu mente, y contemplarás un mundo liberado.


L/132.14 Nuestro propósito hoy es liberar al mundo de todos los pensamientos vanos que hayamos tenido acerca de él y acerca de todos


los seres vivientes que vemos en él mundo no pueden estar ahí, ni nosotros tampoco.  

Pues nos encontramos, junto con todos ellos, en la morada que nuestro Padre creó para nosotros. 
Y nosotros, que seguimos siendo tal como Él nos creó, queremos liberar hoy al mundo (la mente-errada) de cada una de nuestras ilusiones para así poder ser libres.


L/189.7:1-5 Haz simplemente esto: permanece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos acerca de lo que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos que hayas aprendido acerca del mundo; todas las imágenes que tienes acerca de ti mismo. Vacía tu mente de todo lo que ella piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pensamiento que considere digno, así como de todas las ideas de las que se siente avergonzada. No conserves nada. No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado te haya enseñado, ni ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia, hayas aprendido con anterioridad.


Olvídate de este mundo, olvídate de este curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios. 

[ejercicios - pag. 386]